Este pequeño valle por el que
discurre nuestro cadalseño arroyo de Tórtolas, antiguamente llamado de las
Tórtoles, por la gran cantidad de estas aves que anidaban en sus riberas, es uno
de los parajes naturales más bellos de Cadalso, pero es en otoño cuando los
colores transforman el paisaje, y aparece ante nuestros ojos la belleza de
multitud de tonalidades y frutos, que hacen de este emblemático espacio un lugar
donde disfrutar y sentir la naturaleza.
Los álamos adquieren un color que
atrae nuestra vista, las hojas comienzan a caer llenando los suelos de un manto
que cruje al paso de nuestras pisadas, los helechos toman ese color
característico entre rojo y amarillo, los nogales, cerezos y manzanos resaltan
entre el verde de los castaños que todavía mantienen sus hojas verdes, es la
magia de una naturaleza que sin la mano del hombre nos regala cada otoño
momentos y situaciones de auténtica complacencia.
Internarse caminando por
cualquiera de sus caminos o veredas, te conduce a un lugar donde una fuente mana
su fresca agua, donde un escaramujo cargado de frutos nos atrae con su rojo color,
al lado las abundantes majuelas compiten en color y un poco más adelante
encontramos los membrillos, que amarillean en el árbol que parece se vaya a
rasgar por el peso.
Todo en el Valle del Tórtolas
huele a otoño, y por las mañanas ya frías, del pinar emana un vapor con los
primeros rayos de sol, mientras, del suelo vegetal cargado de troncos y ramas,
asoman las primeros brotes de hierba ayudados por la humedad de las lluvias
caídas, que sin saberlo van preparando el nacimiento de nuevas setas.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Bonito paisaje otoñal con multitud de colores. Estupendos frutos los que nos muestras, como los membrillos los madroños y las castañas de la cabecera.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por todo Ángela.
ResponderEliminarUn saludo
Pedro
Nuestro campo siempre ha sido muy bonito, ayer lo era mas, lastima que no hayamos sabido conservarlo todavia mucho mejor.
ResponderEliminarMariano