Partiendo de Ushuaia la ciudad más austral del planeta,
navegamos por su bahía hasta adentrarnos en el Canal de Beagle a través del
paso Chico, entre unas hoy mansas aguas que bañan numerosos islotes que
distintas especies han elegido para vivir.
Atrás va quedando el muelle de
Ushuaia y sus casas de colores con las nevadas montañas que circundan la
ciudad. Apenas son cuatro horas lo que se tarda en recorrer estas dos islas
ubicadas en pleno canal de Beagle y pertenecientes al Archipiélago Bridges, La
Isla de los Lobos y la Isla de los Pájaros.
La isla de los Lobos es un lugar donde podemos ver multitud
de lobos marinos en su hábitat natural. La embarcación silenciosa se acerca a
escasos metros, desde aquí es fascinante observarlos en un total silencio, tan
cerca estamos de ellos que casi podemos tocarlos, siendo una experiencia
maravillosa e inolvidable.
Juegos de familia, enfrentamientos e inesperadas zambullidas
acontecen durante el recorrido por la isla, haciendo que esta aventura se
convierta en un placer para todos los sentidos y para los fotógrafos, que no
dejarán de disparar sus máquinas ni un solo momento.
Después de esta impresionante experiencia nos dirigimos a la
cercana y no menos interesante Isla de los Pájaros.
La Isla de los Pájaros es el lugar donde anida una colonia
importante de aves de la Patagonia, es aquí donde los cormoranes imperiales y
magallánicos, compiten con petreles, albatros, gaviotas, skúas y muchas
especies más por las aguas y el espacio de la isla para realizar sus nidos y
sacar adelante las crías.
Es impresionante y curioso observar los nidos en forma de montículo
que antes han construido con guano y que la hierba cubre al estar realizados en
el mismo suelo. Durante la época de incubación los padres permanecen siempre
posados sobre el nido, dando así el calor necesario a los huevos en estas
tierras frías. Más tarde cuando los pollos rompan el huevo y asomen a la vida,
sus padres buscarán comida y regresarán con la pesca obtenida a su nido donde
cada día les esperará su hambrienta nidada. Parece que sea imposible que cada
unos de ellos localice su nido y sus pollos, pero así lo hacen sin equivocarse
a pesar de los miles de nidos que en la isla se construyen.
La navegación toca a su fin y nuestra embarcación se dirige
hacia el muelle de Ushuaia por unas aguas que ya nos han dejado una huella
inolvidable. El puerto, la carretera que asciende al hotel Las Hayas Resort situado
bajo el Glaciar Martial, las luces de Ushuaia al fondo y la bahía del Canal
Beagle son de una belleza tal que parece todo sea un sueño, y más cuando desde
el ventanal de la habitación observamos
como la noche se va apoderando de la impresionante bahía, realmente un sueño en
un lugar único en el mundo.
Debe ser un viaje precioso.
ResponderEliminarInés
Pedro Alfonso, que suerte poder ver en vivo y en directo a estos animales. Unas fotos preciosas.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias a las dos por vuestros mensajes. la verdad es que en vivo es mucho más bonito y gratificante.
ResponderEliminarUn saludo.