Zorro Corredero de Cadalso de los Vidrios: El Cañón del Colca.Perú ( l )

El Cañón del Colca-Chivay

Desde Arequipa parte una de las más clásicas rutas que se pueden realizar en Perú, me refiero al Cañón del Colca, uno de los más profundos del mundo.

Después de atravesar la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca situada a unos 3850 m y donde es muy fácil ver grupos de vicuñas, la carretera hasta mas de 4000 m.s.n.m para descender por un vertiginosa carreterita estrecha y con grandes precipicios hasta la población de Chivay, unos 150 kilómetros desde Arequipa.

Antes hemos parado en Vizcachani a 4125 m y donde se puede tomar mate de coca para combatir el mal de altura, aquí conocido como soroche.

La carretera polvorienta y perdida en lo más desolador de un paisaje montañoso y casi desértico solo se ve animado por algún que otro camélido y puestos de venta de recuerdos que venden mujeres ataviadas con trajes típicos que a duras penas aguantan junto a sus niños el aire frío que sopla a esta altura.

Unos kilómetros más adelante coronamos la máxima altitud de esta carretera, estamos a 4800 m y es parada obligatoria para colocar alguna piedra en los montones que durante mucho tiempo los visitantes han ido acumulando, así como localizar los volcanes cuyos nombres aparecen grabados con su altitud en piedras orientadas hacia el lugar donde se encuentran dichos volcanes.

Desde el punto más alto comienza un descenso que nos conducirá hasta Chivay situado a 3700 m y que es la capital del Valle del Colca.

Un arco nos recibe a la entrada del pueblo donde es fácil encontrar niños que te dan la bienvenida siempre con una sonrisa. El pueblo es alegre y bullicioso con pequeñas tiendas y vendedores ambulantes que venden de todo, incluida la carne de alpaca.

En el restaurante Urynsaya se puede comer por unos 20 soles platos autóctonos de la zona y donde también se incluye el postre. Buffet atendido por agradables señoritas en un amplio local donde encontraremos todo tipo de platos, incluidas las patatas, las ensaladas y multitud de diferentes tipos de maíz que sirven para acompañar los platos antes mencionados.

No faltan restaurantes donde por unos pocos soles poder degustar la comida típica entre la que no puede faltar la alpaca y el famoso cuy, especie oriunda de los Andes que se cría para aprovechar su carne, yo lo probé y está muy bueno, algo duro y con cierto sabor a conejo.

Una vez apaciguada nuestra hambre y sed y tras disfrutar de las calles y la vida de Chivay podemos hacer una excursión a los baños termales de La Calera que se encuentran a unos cuatro o cinco kilómetros de Chivay donde encontraremos piscinas al aire y cubiertas para poder tomar un baño caliente rodeado de montañas que superan lo 4000 m. Si además tenéis la suerte de encontrar el lugar prácticamente vacío de gente, yo estuve a primeros de diciembre, mejor que mejor.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Chivay posee un hermoso retablo barroco del siglo XVII, un sagrario que data del siglo XVI y varias pinturas murales entre las que se encuentran representaciones de los Apóstoles y del Bautizo de Cristo, pintados entre los siglos XVII y XVIII

Entrar en el mercado que se encuentra junto a la plaza es todo un placer para nuestros oidos y nuestra vista, escuchar el quechua y observar los coloridos de las vestimentas de sus habitantes nos deleitará de tal manera que con solo unas horas de estancia entre sus gentes nos habremos encontrado totalmente integrados.