Procesionaria

La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un lepidóptero de la familia Thaumetopoeidae. Muy abundante en nuestros pinares se convierte muchas veces en plaga con el consiguiente problema para los pinos cadalseños.

Cuando son larvas desprenden unos pelos urticantes que flotan en el aire y que producen irritaciones en nariz y garganta, así como reacciones alérgicas (Ronchas en Cadalso)

Los individuos adultos en forma de mariposas se aparean en verano. La hembra pone sus huevos sobre las copas de los árboles, formando puestas muy características en forma de espiral alrededor de una o dos acículas. Entre 30 y 40 días después nacen las orugas (septiembre-octubre), que pasarán por cinco estados larvarios. Inmediatamente despues de eclosionar y salir las larvas empiezan a alimentarse a partir de las acículas de los pinos en los que instalan sus nidos, produciendo su defoliación. Al principio, por su tamaño y actividad el nivel de alimentación y la defolicación es moderada. A partir del tercer estadio larvario las orugas construyen sobre los árboles sus nidos, en los que pasarán el invierno. En ellos pasan los periodos diurnos y salen para alimentarse al atardecer. En el quinto estadio larvario las orugas son muy voraces.

Tras alimentarse durante unos 30 días, entre febrero y abril, las orugas descienden al suelo desde sus nidos, en características filas, de ahí su nombre común de "procesionarias". Se desconoce la causa pero está comprobado que es siempre una hembra la que guía la procesión. Finalmente se entierran en el suelo, donde pasan a la fase de pupa o crisálida. En verano las crisálidas hacen eclosión, y surgen las mariposas, que se aparean, comenzando de nuevo el ciclo.

Estas de las imágenes cruzaban el pasado 18 de marzo la carretera de la Casa de Tablas.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso