Un charco producido por las últimas lluvias sirve a este pino, habitante de la garganta del Boquerón, para mirarse como si de un espejo se tratara. La casualidad quiso que esa acumulación de agua, el sol, el pino y la presencia del fotógrafo coincidieran en ese mismo momento para hacer un clic y captar la realidad natural y así guardar un recuerdo en imagen del momento.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Bonita foto
ResponderEliminarPaso por charcos iguales mil veces y nunca veo esto.Gracia Zorro
ResponderEliminarMariano