La nariz y parte de la cara fue destruida por un cañonazo lanzado por orden de Napoleón durante la ocupación francesa de Egipto en el siglo XVIII, principios del XIX, esto es al menos lo que nos cuentan los guías ya que otros historiadores atribuyen este destrozo a los propios egipcios en la época posterior a Akhenatón, ya que se creía que el difunto podía salir del cuerpo por la nariz, la boca o los ojos.
Al fondo la gran pirámide mandada construir por Keops, faraón de la cuarta dinastía cuyo reinado se extendió desde el 2579 al 2556 a.de C.
Foto: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
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