El Ayuntamiento le había concedido una licencia sólo para limpiar su parcela
El País- Madrid - 28/02/1989
JUAN ANTONIO CARBAJO, Una pala mecánica acabó en unos minutos con 10 siglos de historia de Cadalso de los Vidrios, un municipio de 2.000 habitantes situado en la punta suroeste de la provincia. En cuatro o seis viajes bien tirados, como dijo un concejal de la localidad, se vino abajo lo que quedaba de una iglesia fechada en el siglo X y que alberga gran número de enterramientos de su etapa como cementerio, según la Asociación Cultural Don Luis de Borbón. Al propietario de la finca, Alberto Román Abad, se le concedió permiso para desescombrar y limpiar su propiedad, donde se encontraban las ruinas, pero se excedió.
Los restos de los muros y un arco mudéjar, una vez derribados, se utilizaron para cimientos de una urbanización que se construye en el casco urbano, según la asociación cultural. La desaparición de las ruinas de la primitiva mezquita generó en el municipio una gran polémica. El asunto se debatió en pleno a finales del mes de enero y en él se plantearon varias preguntas: ¿Cómo se pueden construir viviendas alrededor de un cementerio, tal y como está previsto en las normas subsidiarias del municipio? ¿Por qué no se vigilaron las obras de desescombro cuando estaban valoradas en un millón de pesetas? ¿No era una cantidad excesiva sólo para limpiar un terreno? ¿Por qué se tarda ron cuatro días en parar las obras?
Según el alcalde de Cadalso de los Vidrios, el centrista Valentín Frontelo, el Ayuntamiento actuó correctamente concediendo una licencia de obra menor para limpieza y desescombro de la finca. "Nadie podría imaginarse que fuera a derribar los muros y el arco", afirma el alcalde. El servicio de inspección urbanística de la Comunidad refuerza esta opinión. "El Ayuntamiento nunca autorizó la demolición sino la limpieza de la finca. El solicitante se excedió".
Junto a la iglesia se encuentran un olivar centenario, un palacio del siglo XVI y un es tanque de la misma época. El Ayuntamiento, que está a la espera de recibir información de la Comunidad de Madrid para obrar en consecuencia contra el infractor, ha decidido proponerle la compra de sus 4.000 metros cuadrados para impedir nuevos atropellos.
Desinterés
Según Frontelo, ha habido bastante desinterés por la situación de los edificios históricos. "Cuando llegué a la alcaldía me encontré con que el catálogo de protección estaba paralizado". El alcalde entiende que la mejor forma de preservar estas construcciones es comprándolas.
Parte del arco mudéjar de ladrillo con el agujero donde se asentaba la puerta. Arriba en la pared se puede apreciar el hueco donde los cristianos colocaron una vez elevada la pared la campana.
Todo lo que aquí se aprecia fue destruido en 1989
Las ruinas derruidas, aunque no tenían ninguna clase de protección, estaban preservadas por la propia ley del Suelo, según la Comunidad de Madrid, ya que habría que haber tenido una licencia especial para poder derribar la iglesia. Según el alcalde, el informe del arquitecto municipal era favorable para conceder la licencia. "Además, yo contaba con la buena fe del propietario", explica. El pasado 9 de enero se produjo el derribo, según la Asociación Don Luis de Borbón. El 18 de enero la Comunidad inspeccionó la zona y al día siguiente el Ayuntamiento ordenó la paralización de las obras.
Los restos de la iglesia, a pesar de haber servido como campo de trabajo para la Comunidad de Madrid, se encontraban abandonados. El paraje servía de escombrera y urinario. "Nos acordamos cuando atruena, como dice el refrán, pero no nos hemos acordado nunca cuando ha estado hecho un basurero", explicaba en el pleno el portavoz del Partido Popular.
Con este acto reflejado en El País hace ahora 22 años perdimos uno de los elementos arquitectónicos más antiguo de nuestro pueblo. Fue un 9 de enero de 1989 y aunque hubo protestas por la entonces Asociación Luis María de Borbón y algún que otro escrito a diferentes medios y estamentos, todo quedo en nada y aquel día frío de enero perdimos para siempre la mezquita utilizada por los árabes hasta el siglo X y que posteriormente fue utilizada y adecuada para el culto cristiano tras la reconquista de Cadahalso por las tropas del rey Alfonso VI.
Abandonada al pasar el culto cristiano a la Ermita de Santa Ana se siguió utilizando como cementerio y de ahí le viene el nombre de Camposanto Viejo por el que siempre se ha conocido en Cadalso.
Años más tarde se realizaron excavaciones siendo la última en 1995 por la Unidad de Arqueología del Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense dado que se querían construir viviendas en los aledaños de la ya entonces denominada Mezquita.
En las anteriores excavaciones ya se puso de manifiesto la existencia de una necrópolis de época medieval y moderna que se situaba junto a la iglesia mudéjar con enterramientos tanto dentro como fuera del recinto de dicha iglesia.
Durante estas excavaciones se encontró algún noven de Enrique II de Castilla, pulseras de vidrio, hebillas de cobre y una figurilla de madera, piezas que hacen pensar que se utilizo como cementerio desde el XIV hasta el XV-XVI época de construcción de la iglesia con cementerio, no obstante por el tipo de tumbas antropomorfas excavadas en la roca que se encontraron podrían ser del siglo X-XI y otras de ladrillo que se fecharían en los siglos XII-XIII.
En febrero de 2010 se aprobó una partida asignada a la construcción de una cubierta sobre la iglesia mudéjar del yacimiento arqueológico de La Mezquita por valor de 405.248 € , esto ha permitido la continuación de la investigación arqueológica que coordinada por la Dirección General de Patrimonio Histórico se viene desarrollando desde hace meses bajo el techo de dicha cubierta lo que hace que los trabajos sean más cómodos y protegidos de las inclemencias meteorológicas.
Esperemos que en un breve tiempo Cadalso cuente con este yacimiento arqueológico abierto al público, incrementando así el patrimonio cultural de nuestro pueblo y una fuente de riqueza a través del turismo.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
