A Don Fermín
71 años no son nada para mantener vivo el recuerdo de este gran personaje de la comunidad cadalseña que fue Don Fermín, excelente veterinario que desempeñó sus funciones en Cadalso hasta su jubilación, y que le ha convertido en el veterinario de Cadalso para todos los tiempos. Muchos más han pasado después de él, pero sólo Don Fermín está en la mente y en el recuerdo de todos los que le conocieron, como veterinario y como persona.
Amable y dicharachero tenía una gracia que emanaba de sus palabras, como aquel día de no sé sabe cuántos años, en que este Zorro con sus amigos subía la cuesta de Tórtolas un mediodía caluroso del mes de julio, habíamos ido a pescar al Boquerón, y en plena cuesta y cuando más calor hacía, apareció Don Fermín en su flamante y limpio Seat-600, y al observar nuestros signos de agotamiento y griterío para que parara, paró….pero unos cien metros más arriba de donde estábamos, cosa que no nos importó y corriendo todo lo que el calor y la “garbana” nos permitía llegamos hasta el coche, él bajo la ventanilla y dijo: Vais a Cadalso?, sí, contestamos todos a la vez….y quedando pensativo nos contestó: No puedo llevaros, porque si arranco en esta cuesta con tanto peso sufren los palieres. Cierto es que muchos éramos, pero aquella respuesta nos dejó igual que habíamos llegado hasta allí, cansados, acalorados y además ahora sin comprender que significaba aquello de los palieres.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Buen veterinario y mejor persona fue Don Fermin
ResponderEliminarRecuerdo a Don Fermin siempre con su sombrero
ResponderEliminarUn personaje inolvidable del Cadalso de los 60 y 70, afable, sencillo, profesional, popular. Figura clave los dias de "la matanza", el confirmaba la bondad de las viandas, su veredicto, casi siempre vespertino, traia
ResponderEliminarConsigo la alegria. Inseparable, al modo do los Plinio y don Lotario de Garcia Pavon, de su amigo Pepe "el vigilante"a lomos de su 600 azul camino de la piscina municipal y defensor, convencido, de la bondad de "la teoria" frente a la "pratica". Fiel a sus paisanos, a su bigote, a su garrote y, sobre gloso, a s u querida Pamplona y. a su tocayo San Fermin.
Un bonito recuerdo, Perico. Un abrazo. Balta
SIEMPRE ME ACUERDO DE DON FERMIN VIENDO A LA MULA QUE TENIA MI PADRE
ResponderEliminarInolvidable persona con un gran sentido del humor y que siempre me demostró su afecto y cariño.
ResponderEliminarAlicia Jiménez Mínguez
Cuantos años hace que no disfrutamos de su compañia
ResponderEliminarAntonia Frontelo Morales
EL HERRADOR YA DESAPARECIDO DE CENICIENTOS
ResponderEliminarEn la mano el pujavante
para cortar la pezuña,
y a la legra va y la empuña
para alisar por delante.
El herrador ya distante
ató a la cabalgadura,
y de clavar se asegura
en el casco de la mula,
zapato con que circula
y da el nombre de herradura.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
CANTAR DE TRILLA
ResponderEliminarMi mulilla torda
el trillar lo borda,
ondula la parva,
resopla y escarba.
Atenta a mi voz
jamás da una coz,
es dócil y mansa
y nunca se cansa.
Feliz mi mulilla
le gusta la trilla,
el olor del trigo
y el trillar conmigo.
Y en el acarreo
nunca da un rodeo,
sabe que la paja
brillará en su caja
para su alimento
y su anual contento
en el largo invierno
que resulta eterno.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
A LA FERIA DE SOTILLO
ResponderEliminarA la feria de Sotillo,
de Sotillo de la Adrada,
jinete y mula albardada
hacen alto en un cerrillo.
La mula que coces daba
al sentir los aparejos
y del arado trebejos,
por los belfos resollaba.
De sudor un mar de espuma
le corría por las ancas,
como el agua de barrancas
que por Sotillo rezuma.
El camino hizo al galope
yendo desde Cenicientos,
cual Eolo, dios de vientos
vertiginosos a tope.
Descabalgando el jinete,
entre susurros la calma,
quita lomillos y enjalma,
y ella dócil se somete.
La seca lomos e ijares,
tripa y remos de las patas,
orillado entre unas matas
de olorosos tomillares.
Después la conduce al paso
y en la feria la introduce,
y su caminar seduce
por su tranco y acompaso.
Se interesan compradores
y la miran y examinan,
y palpándola conminan
a que muestre sus errores.
Extraños no hace la mula,
más mansedumbre no cabe
en falso animal que sabe
que en la feria se simula.
Y en la feria de Sotillo,
de Sotillo de la Adrada,
de feriantes muy colmada
se vendió este animalillo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
IBAN MULAS MULERAS
ResponderEliminarIban mulas muleras
de poderosas ancas,
cargadas de maderas
hasta las mismas trancas.
El barro les llegaba
hasta los corvejones,
cuando la uva llenaba
esparto de serones.
Cargaban sobre el lomo
jinete y vertedera,
y en la viña del pomo
romano de mancera.
En época de saca
los haces de los trigos,
y montones de alpaca
y las paseras de higos.
Después tirar de trilla
aparvando la parva,
del trillador la silla
y a mieses las aparva.
Acarrear el grano
y cargar con la paja,
cuando el sol del verano
con el sudor la alhaja.
Su estiércol aprovecho
para abonar los campos
que ilumina el barbecho
a la luz de los lampos.
Mulas riadas de mulas
a hogar dieron sustentos
de frente o a reculas
de agros de Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA CARGA DE LA MIES
ResponderEliminarCon aparejos, mula y angarillas,
por camino arcilloso y a trasmano
del ramal sujeción, feble la mano,
el niño va orientando las gavillas.
Percibiendo está el tamo de las trillas
bajo el calor de un julio soberano
que destrizando al bálago en verano
va separando a paja de semillas.
Ya el Prado de la Fuente se aparece
como oasis ansiado de la espiga,
de hacinas de las mieses en las eras.
Y entre ancas de la yunta ya decrece,
extendida sobre la parva amiga
que las lleva directa a las trojeras.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA BODEGA DE CENICIENTOS
ResponderEliminarCon el tiempo esta pátina ha curtido
las piedras que ennegrecen la fachada
y expande olor del mosto en oleada
del vino que fermenta adormecido.
Bodega que en vejez ha encanecido
acogiendo a toda uva enamorada
que traía el serón la esposa amada
al tálamo del cono su marido.
Y a sus puertas hervía un torbellino
y de cargas un mar en oleaje
disputando la mula y el pollino
en pugna por la fila del pesaje
de racimos que han hecho a nuestro vino
vinícolas raíces del paisaje.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
SI HOMENAJE SE RINDIERA
ResponderEliminarA la mula en Cenicientos
Si homenaje se rindiera
a bestias de arada y carga,
una estatua ancha y larga
la mula se mereciera.
La viña lo agradeciera
y el barbecho en sus cimientos,
y los buenos sentimientos
de los coruchos de antaño,
del pastoreo y rebaño
de campos de Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LOS MULILLEROS EN LA CORREDERA
ResponderEliminarLas mulas enjaezadas
con bandas y banderines,
y vistosos collarines,
¡helas aquí preparadas!
Mulas de trillas y aradas
traían los mulilleros,
herradas por los aceros
de los herrajes coruchos,
que arrastraban los moruchos
toros, muertos por toreros.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Es que esa cuesta es de narices.
ResponderEliminarMaría Consuelo Lajara
Pues ahora está más humanizada, hace años era mucho más dura.
ResponderEliminarGracias.