La tarde cae, el castañar de Lancharrasa recibe los últimos rayos de sol de un día cualquiera de invierno, luego irremediablemente llegará la oscuridad y la noche, pero ya la imagen de estas castaños desnudos iluminados por esos tenues rayos del atardecer han quedado grabados para siempre. En mi descenso la noche se me echó encima y a duras penas pude salir del oscuro y tenebroso castañar que aquella tarde-noche parecía querer atraparme para siempre. En una próxima entrada ya os lo contaré más detalladamente.
Zorro Corredero.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
hola perico,
ResponderEliminarcomo te gusta mi calle.
esparragos se que ha habido muchos;
¿y corujas.
que pena lo de miguel,un tio cojonu....
un abrazo.
Que bella foto del atardecer en Lancharrasa
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