Este juego era muy popular en los años 60 y no tengo noticias de que se jugara en otras partes de España, aunque si por la zona donde tal vez fue una invención de los muchachos de Cadalso o de cualquier otro pueblo próximo, muchachos de aquella época en la que los juegos eran muy artesanos y populares, siendo la calle el lugar elegido y mejor adaptado para estos juegos.
Para el juego de las tablillas hacían falta 6 tablillas de madera que se cogían de los polos que vendían Zoilo y la Victoria en sus puestos ubicados en la Sangre junto al bar el Tropezón, hoy desaparecido.
Una vez reunidas las 6 tablillas se pintaban de colores, por un lado rojo o “colorao” y por otro azul y ya estaba terminado el juego, fácil verdad?
Las reglas eran de lo más sencillo, podían jugar un número indefinido de jugadores, normalmente los que había en ese momento y luego según iban llegando se sumaban al juego.
El suelo o los bancos de piedra que entonces existían en muchas puertas eran el lugar elegido, para ello se hacía un corro alrededor y se comenzaba a lanzar las tablillas al aire desde la palma de la mano intentado que al caer cayeran todas lo más juntas posibles en la mano que durante el breve vuelo de las tablillas se giraba hacia abajo, una vez apoyada la mano en el suelo y las tablillas encima se elevaban con un movimiento de la mano hacia arriba y se intentaban coger todas en el aire, si lo conseguías era un punto y volvías a lanzar de nuevo las tablillas pero si se te caía alguna no conseguías el punto y a continuación lanzaba el siguiente jugador.
La otra opción que se daba era que al lanzar las tablillas se quedaran muy descolocadas en la mano por lo que tenías la posibilidad de ir colocándolas en el suelo con cortos y ágiles movimientos de la mano para intentar girar las tablillas para que todas quedaran del mismo lado coincidiendo con el color rojo o azul, si alguna caía en el color contrario perdías y tiraba el siguiente jugador y si conseguías que todas quedaran en al suelo con el mismo color ganabas un punto pero no tenías derecho a lanzar de nuevo, solo cuando te volviera a tocar por turno.
Y así de rodillas en el suelo o sentados en alguna piedra pasaba al juego en las solitarias calles de Cadalso de aquellos años, calles sin apenas coches y sin el movimiento de ahora, tanto era así que a veces el juego se desarrollaba en la acera pero otras hasta en la misma calle molestándonos cada vez que teníamos que movernos para dejar pasar algún coche o alguna caballería que regresaba del campo.
En Cadalso este juego desapareció en los años 80 y en otros pueblos de la zona como Hoyo de Pinares y Gavilanes ambos de Ávila donde también se jugaba me han hablado que se jugó hasta mediados de los 80.
Las tablillas un juego ameno y barato que reunía a amigos y vecinos para pasar un buen rato con poco coste y con mucho compañerismo y donde las relaciones entre toda la panda servían para mucho más que un juego, para unir y fortalecer la amistad, lástima que hoy estos juegos hayan desaparecido a favor de otros donde la soledad y el individualismo hacen que hayan desaparecido otros valores que como personas necesitamos para que la sociedad funcione, pero…….
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Que poquito necesitabamos para disfrutar: unos palos de polo, unos alfileres, las tapas de unas cajas de cerillas, las chapas de unos botellines... Todo nos valía. Y ahora el niño que no tiene la última versión del último juego de la Play o de la Wii es casi un marginado.
ResponderEliminarMira que yo no me acuerdo de este juego, como se nota que soy un poquito solo mayor que tu jajaja
ResponderEliminarUn saludo,
Cani