A la familia Moreno González

Pedro: Te mando una parte de mi vida cadalseña. Es curioso pero, según van pasando los años, los recuerdos (esas fotografías de la memoria) van adquiriendo una dimensión maravillosa en nuestro interior. Las miro poco, porque no puedo remediar el emocionarme y a estas edades no es muy recomendable la emotividad.

Gracias Perico, porque con tu forma tan conmovedora de mostrarnos todo lo relacionado con Cadalso, ayudas a que todos seamos un poco mejores... Y eso, en los tiempos que corren, no tiene precio...

Nos vemos en los bares, como buenos cadalseños...

Hace unos días Miguel me envió este mensaje acompañado de unas entrañables fotos familiares y esto que a continuación podéis leer es mi pequeño homenaje a toda la familia Moreno González.

Rendir un homenaje a alguien puede gustar más a unos que a otros, pero si el homenaje se hace a una familia entera no hay duda de que es porque todos ellos se lo merecen y no habrá dudas entre todos nosotros al estar de acuerdo.Dicho esto quiero homenajear a esta gran familia que son los Moreno-González  por su comportamiento, por su dignidad, por su sencillez y por ser siempre los mismos, antes y ahora.

Miguel y Asún con su primer hijo Miguel en los pinos____1955

A Miguel, nos le quitaron casi sin darnos cuenta un caluroso día de mediados de agosto, cuando iniciábamos la década de los 80 y nunca jamás volvieron a lucir aquellas cunetas de la carretera de Tórtolas como lo habían hecho de las manos de aquel hombre grande y sencillo, que convertía la pala y el azadón en pinceles de colores para dar a una simple cuneta un aire de obra de arte. Obras que se grabaron en mi memoria aquellas mañanas cuando camino del Instituto de San Martín observaba desde la ventanilla a Miguel, que pala en mano miraba y saludaba al paso del pequeño autocar.

Miguel, José, Nati y Justo con sus primos en la Sillas la Nochevieja de 1977

Que decir de Asún, Miguel, Nati y Justo con los que compartí momentos de los de antes, aunque puede que ellos ni se acuerden, en su casa de las casetas de los camineros en la carretera de las Rozas cuando pasaba buenos ratos con Miguel durante nuestra época de estudiantes en San Martín. Son recuerdos muy lejanos pero difíciles de olvidar, y ahora mismo cuando estoy escribiendo estas líneas algunos de ellos se me vienen a la cabeza, como aquellos entrenamientos a los que sometía Miguel a sus hermano Justo para que un día fuera un gran portero, o aquellos discos de Julio Iglesia que Miguel escuchaba una y otra vez, y no digamos los libros sobre la Segunda Guerra Mundial que Miguel devoraba en cuanto caían en sus manos.

Han pasado algunos años y ellos siguen igual de unidos, sólo hay que verles en las fiestas con su traje de la Muñana en perfecta armonía y disfrutando de su propia compañía o integrados totalmente en el ambiente festero.

Casa familiar de la Sillas que Miguel construyó con sus propias manos____1969

Y por último y sin conocerle, quiero hacer un sencillo gesto de admiración por Daniel, que me escribió hace unos días enviándome una foto de su padre Justo y su hermano, y aunque fue escueto en su mensaje, su escritura me llenó y me hizo sentir su cercanía en cada frase de su simpático mensaje, cosa que en nada me sorprendió ya que de casta le viene al galgo y sino al tiempo.

Un abrazo a todos y más grande si puede a Daniel que a la postre ha sido el verdadero artífice de que en estos momento yo esté escribiendo estas letras.

Gracias Daniel
Zorro Corredero.

Fotos cedidas por Miguel Moreno.