El Mercadillo de Cadalso
Durante todo el año, tanto en invierno con lluvia, frío y nieve, como en verano con un calor abrasador, se dan cita una serie de comerciantes que juntos forman lo que se ha dado por llamar el “Mercadillo”. Aquí en Cadalso la cita es los jueves, pero ellos tienen cada día un pueblo distinto donde montar su puesto y junto a otros compañeros formar el mercadillo.
Aquí se vende de casi todo y a buen precio, sólo es cuestión de mirar, comprobar y al final comprar, y si la compra es buena, luego una vez en casa alardearemos de haber comprado calidad y barato.
Hoy nuestro mercadillo se localiza en la calle del tanatorio, junto al cementerio, y a este lugar acuden hombres y mujeres para realizar sus compras. Es evidente que el lugar está algo separado del centro del pueblo y algunos se quejan de la distancia a recorrer ya que luego han de bajar cargados hasta casa, también he comprobado que los comerciantes no están muy de acuerdo con el lugar debido a lo alejado del pueblo y a la falta de clientela por este motivo.
Hace años el lugar para instalar este mercadillo era la calle de la Ronda, lugar éste más accesible para todos, aunque con el inconveniente de tener que cortar la calle cada jueves para dicho acontecimiento. Anteriormente fue lugar de mercadillo la tan entrañable Corredera, y por lo que parece este fue y sigue siendo el lugar más apetecible para los comerciantes, pero que no cuenta con la aprobación de las tiendas del pueblo que como es lógico se quejan de la proximidad de este mercado a sus tiendas.
De todos lo comerciantes que nos han visitado el más conocido es Manolo “el de los lunes” , nombre que le viene dado por ser este el día elegido en la época para instalar el mercadillo, que entonces se hacía en la Corredera. Eran los finales de los sesenta y por primera vez llegaron estos comerciantes revolucionando la forma de comprar, en particular a las mujeres que hacían acopio de ropa para toda la familia. En los comienzos se vendía casi en exclusiva ropa, donde Manolo “el de los lunes” era un experto y convencía a su clientela con voces precisas y precios atractivos, luego la cosa comenzó a crecer ampliándose la oferta a todo tipo de artículos y así hasta nuestros días, con sus tiempos buenos y sus tiempos malos, donde ahora parece que estamos según me cuentan los comerciantes.
Recuerdo que Manolo al principio ocupó el lugar frente a la carnicería de Nicolás el casillano, y años después pasó a la puerta de mi casa donde a veces me dejaba el coche dentro del puesto, y aquel para mi precioso R5 verde de mi comienzos de conductor vivía la mañana de mercadillo desde tan dentro como el propio Manolo, yo a veces me cabreaba pero mi madre que adquirió gran amistad con Manolo, me decía….es que no te iba a despertar para que quitaras el coche tan temprano, estabas tan dormido… y tenía razón pero el resultado era que ya no podía coger el coche hasta las tres o las cuatro de la tarde, aunque al menos en los calurosos días de verano no le daba el sol, ya que la lona del puesto de Manolo le protegía. Manolo “el de los lunes” desgraciadamente falleció hace ya unos años atropellado por un coche al cruzar la carretera en San Martín.
Y esta es una pequeña historia del mercadillo que ha llegado hasta nuestros días, y desde aquí quisiera pediros un respeto y admiración para todos esos comerciantes que cada día dejan sus casas y sus familias muy temprano para instalar sus puestos en cualquier pueblo y así poder sacar un dinerillo para sacar a sus familias adelante.
No quiero dejar de dedicar este reportaje a Manolo “el de los lunes” conocido de todos, que fue el primer y mas famoso comerciante de nuestros mercadillos de siempre, hombre amable y comprensivo en una época tan diferente a esta, pero que por encima de todo era un gran comerciante y avispado vendedor.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
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