La historia de mi Camino de Santiago comienza en 1983, este
año estuve muy enfermo y no sabía de qué, me hicieron pruebas y más pruebas y
no daban con ello, me vieron en el hospital de Móstoles y luego en el Clínico,
y al final después de yo que sé cuántas pruebas, resultó que lo que tenía era
una depresión. No tenía dolores pero cada día estaba peor y al final me estaba
volviendo loco, tan loco que decía que tenía bichos en la cabeza.
Galo, Mariano y Nico en Santa Tecla____1993
Un vez que me dicen que es depresión, me ponen un tratamiento y estando con
este tratamiento y todavía muy mal, un amigo mío desde hace 40 años que vive en
Chapinería vino a verme y me invitó a un viaje a Santiago de Compostela, yo
aunque estaba muy mal acepté, y en el mes de mayo nos fuimos mi mujer Juli y yo
con mi amigo de Chapinería, que se llama Galo y su mujer Rosario. Nos fuimos en
autobús hasta Santiago, allí pasamos una semana visitando la ciudad y los
alrededores, los primeros días yo seguía con mi depresión, pero a los tres días
de estar en Santiago yo noté que me empezaba a poner mejor y tenía más ganas de
todo y un día estando en la catedral, después de dar el abrazo al apóstol
Santiago, mi amigo Galo me dijo que como me había “mejorao” allí, íbamos a
hacer el Camino de Santiago como promesa, yo no sabía qué era eso, lo había
oído pero no tenía ni idea de que iba pero en ese momento le dije que sí, que
lo haríamos cuando estuviera un poco mejor, esto era en mayo de 1993.
Al regreso de Santiago empecé a mejorar y en un poco tiempo me puse bien del
todo, pero el tiempo pasó y no cumplimos nuestra promesa.
Un día de 2004, Galo me llamó para decirme que se había jubilado y que era
el momento de cumplir nuestra promesa al apóstol, habían pasado 11 años y
decidimos que era el momento de cumplir, y así lo hicimos.
Comenzamos desde la misma catedral de León, el día 7 de junio de 2004 y
llegamos a Santiago el 18, hicimos 12 jornadas. El camino lo hice bien, no me
cansé mucho y los pies que son los que más sufren cuando terminé los tenía
bien, pero bien, sin ampollas y sin nada, pero mi amigo Galo los tenía muy mal,
en carne viva, así pasó todo el camino menos los dos primeros días.
Credencial de Mariano con los sellos que acredita su paso____2004
"Un día dormimos en Castrillo de Polvazares donde a la entrada del pueblo hay una cruz con un
Cristo, cuando terminamos de comer le dije a Galo…vamos a dar una vuelta y
vemos el Cristo, y me dijo…que Cristo? Fíjate como iría que ni le vio, tenía
los pies “destrozaos”.
Galo y Mariano en Santiago____2004
Durante todo el camino disfrute mucho y me gusto todo, recuerdo un día que
estábamos en el hotel los Templarios de Ponferrada y me llamó mi mujer para
decirme que a mi hermano Emilio le había dado un infarto, aquella tarde
estuvimos a punto de volvernos pero al final continuamos. Para mí la etapa más
dura fue la primera, desde León hasta Hospital de Órbigo, la hicimos en un día y
se hace en dos jornadas, no era difícil por el terreno, pero si por lo larga
que fue, teníamos que terminar en Villar de Mazarife pero como íbamos bien
continuamos 15 km más hasta Hospital de Órbigo. También fue muy dura la de O
Cebreiro, salimos desde Villafranca del Bierzo y terminas en lo alto de O
Cebreiro, pero continuamos un poco más hasta el lugar donde íbamos a dormir..,
las etapas de León son más duras que las de Lugo y Coruña, aquí todo es subida
y bajada con montañas.
Salíamos al amanecer, muchos días de noche y solíamos llegar sobre las dos o
las tres de la tarde, comíamos en el lugar donde nos quedábamos a dormir y ya
hasta otro día.
El día que salimos de León coincidimos con dos chicas americanas y fuimos
todo el camino viéndonos, ellas habían salido desde Roncesvalles y el día que
llegamos a Santiago nada más entrar nos las encontramos y se abrazaron a
nosotros llorando, aquello era una cosa entre alegría y llanto de emoción, eran
duras, andaban bien y tenían buenos músculos.
En Santiago recogimos nuestra Compostela y luego oímos misa, y recuerdo que
el cura durante la celebración dijo….”se nota el que ha hecho el camino andando
y el que lo ha hecho en coche, las caras lo dicen todo”
Y esta es la historia de mi camino que empezó con una promesa en Santiago y
termino allí mismo pero 11 años después, en estos días mi amigo Galo y yo nos
hicimos más que amigos, que ya lo éramos, en esos días nos hicimos como
hermanos para siempre.
En el camino yo sentí algo que no había sentido nunca, lloramos de rabia y
también de alegría y es algo que nunca me arrepentiré de haber hecho, yo en
Santiago sentía algo dentro de mí que jamás había sentido y aunque yo no soy
muy religioso, si creo que tiene que haber algo y cuando terminamos el camino
sentí que ese algo estaba allí con Galo y conmigo.
Ahora estamos pendientes de llegar hasta Finisterre, pero Galo no anda muy
bien y llevamos unos años esperando, pero yo no me muero sin hacerlo, eso si
Dios quiere.
El equipo de Mariano descansa en su casa del Piquillo esperando el momento de partir a Santiago junto a su hermano de Camino Galo y cumplir su promesa y deseo de llegar hasta Finisterre.
Mariano Becerro López
Mariano Becerro López
Cadalso 29 de mayo de 2010
Fotos: Mariano Becerro
Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Yo no sabía que Mariano había hecho el camino de Santiago, pero si recuerdo cuando estuvo malo.
ResponderEliminarEnhorabuena por todo y a Finisterre.
Mariano gracias por haber puesto lo del
ResponderEliminarCamino de Santiago, yo tuve la experiencia cuando estaba trabajando, y es donde se encuentra a uno mismo.
Ángel Sánchez (Canillo)