jueves, 11 de marzo de 2010

In memoriam de las victimas del 11M

                                  Monumento a las víctimas del 11-M en Santa Eugenia.

Hoy se cumplen seis años de los atentados del 11M, y recuerdo aquel día, bueno más bien no puedo dejar de recordar aquel fatídico día, la primera explosión me cogió en la cama pero no le di la mayor importancia, la segunda ya fue otra cosa, aquello sonó ahí mismo y rápidamente me tiré de la cama, me asomé a la ventana y sólo pude ver una columna de humo que ascendía de la estación de Santa Eugenia y algunas personas que tranquilamente caminaban camino de ella, pensé habrá explotado algo de la estación, y seguí como cualquier día preparándome para llevar a mis hijos al colegio, poco antes de la ocho salimos camino del parking que se encuentra a unos cincuenta metros de la estación y de repente la gente corría hacia nosotros y algunos policías nos indicaban que nos alejáramos que había una bomba, corrimos y cruzamos la calle Castrillo de Aza, allí en la acera paramos y le pregunte a un policía que si podía ir a mi garaje a recoger mi coche, me indicó que si, cuando íbamos camino del garaje sólo pude ver a algunas personas que venían despavoridas y con sangre en sus ropas, al fondo la estación seguía echando humo y apenas había coches de policía o bomberos, aún era muy pronto, sólo pude ver alguna ambulancia del 112, entramos en el garaje, cogimos el coche y tomamos rumbo al colegio, pero nada más salir del barrio y tomar la carretera de Valencia vimos la catástrofe, allí mismo en la estación había un tren con un vagón totalmente destrozado y gentes que deambulaban de un lado para otro, los segundos que tardamos en cruzar el puente sobre la vía fue suficiente para darnos cuenta de la magnitud de la catástrofe, luego en la radio decían que había sido ETA y que eran varias bombas y ya todo se hundió en el silencio, recuerdo la calle Doctor Esquerdo sin apenas coches y muchas ambulancias y coches de policía que subían y bajaban y recuerdo el silencio en mi barrio que duró varias semanas, las miradas de la gente y el miedo a subir a los trenes, y recuerdo a unos vecinos con los que me cruzaba cada día en mi casa y que ya no volvieron, la miradas de mis hijos cuando corríamos, y el miedo a que en cualquier momento otra bomba hiciera explosión.


                         Hoy a las 12,30 ha habido una concentración y se han depositado flores.


En mi casa murieron cinco personas, aquellas dos hermanas que casi todas las tardes cuando hacía bueno paseaban con su madre a la que ayudaban a caminar, un matrimonio del 2º que con sus dos hijos muchos días entrábamos juntos al garaje a recoger el coche, aquel día su coche no funcionó y después de dejar a sus niños en el colegio Ciudad de Valencia decidieron tomar el tren, un tren que nunca llegó a su destino y unos niños que apenas superaban los cuatro o cinco años a los que nunca ya volvieron a recoger, y aquella vecina que me encontraba en el ascensor y que nunca volví a ver y otros muchos vecinos de Santa Eugenia que aquel día subieron al tren como cada mañana para ir a sus trabajos o colegios y que nunca volvieron, entre ellos nuestro paisano Eugenio vecino del barrio y con el que siempre que me cruzaba tenía una conversación sobre lo que fuera, pero siempre de Cadalso.

 
Placa en recuerdo del 11-M Después vino el silencio, las lágrimas, los homenajes y las culpas de unos a otros y si ETA o Al-Qaeda, que más daba si el mal y la muerte ya había atrapado a miles de familias, hoy seis años después el recuerdo y las lágrimas aún están presentes en todos nosotros.
En memoria de todos los que fueron vilmente asesinados por la locura de unos pocos y para que nunca más vuelva a ocurrir.

                                      Velas encendidas junto al monumento hoy 11 de marzo.


Este es el relato de aquel 11 de marzo de 2004, el cual me tocó vivir totalmente de lleno y ver lo que tal vez nunca hubiera querido ver, aquel día mis sentidos sufrieron de tal manera que yo en estas letras no puedo explicar, sólo yo en mis sentimientos y en mi soledad tengo grabados esos minutos que me marcaron para siempre.


Pedro.



Fotos. Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

4 comentarios:

  1. ¡¡¡EMOCIONANTE!!!, Pedro. Qué duro debio de ser eso, ser testigo de semejante tragedia. Que pena. Y ¿porqué ahora, que se ha demostrado lo irreal de lo juzgado y condenado, nadie quiere reabrir el sumario y hacer VERDADERA JUSTICIA?. Las VICTIMAS y sus Familiares, merecen nuestro esfuerzo y nuestro anhelo de JUSTICIA.

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  2. Creo que no tengo palabras para describir lo que he sentido leyendo tu relato.
    Parece que fue ayer y recuerdo perfectamente ese dia que horrorizo y conmovio a España entera, un dia que jamas olvidaremos y que de alguna manera no solo cambio la vida de 192 familias, sino la de todos los españoles.

    Un abrazo muy emocionado,

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  3. Que pena Dios mio cuantas vidas se kedaron

    Ana Diaz

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  4. Que fuerte y que triste todo

    Pilar Calvo Villarín

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