viernes, 11 de julio de 2025

Las Parroquiales, escuela de los 60. Cadalso de los Vidrios.

 Las Parroquiales..



Es seguro que si ya tienes cierta edad, tampoco exageremos, habrás asistido a la escuela en este edificio, siempre llamado Las Parroquiales, escuela para niños y niñas, pero separados como era común en aquellos años de los 60 del siglo XX. Historia de nuestro pasado cadalseño y recuerdo de nuestros maestros. Cadalso siempre maravilloso. 


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso



7 comentarios:

  1. Aurora Ferrera
    Buenos días Pedro pues si las niñas con las niñas y los niños con los niños 🚸 como ahora

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  2. Pilar Diaz Recamal
    Buenos días

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  3. Paloma Dominguez
    Recuerdos buenos y no tan buenos.
    Él cuarto de las ratas
    Un maestro te metía allí por capricho 😡
    Y conste qué no me quedó ningún trauma, por qué soy fuerte 💪.
    Creo qué lo probamos todos los alumnos.
    Y dos varas para darte las manos.
    A elegir entre la Ciriaca,una vara de olivo u la eléctrica ,un cable eléctrico.
    A cuál de los dos para hacerte daño podías elegir. Ironías de la vida que me quedo con todo lo bueno y positivo vivido.
    Feliz día💕

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  4. Cristian David
    También es importante hablar del presente: se sigue trabajando en la formación Cristiana en estas instalaciones parroquiales. Estamos trabajando en unos arreglos importantes. Saludos y bendiciones

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  5. Angel Moreno
    Ya lo creo que asistí a dicha escuela!, tuve la fortuna de tener a mi gran maestro D. Eugenio y aprender para mí futuro.
    Pedro, gracias por tan bonito recuerdo....

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  6. Yo fui a esas escuelas creo recordar que ia maestra de las niñas se llamaba Esperanza y la de los niños Don Eugenio

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  7. LA LISTA DE LOS REYES GODOS

    Entre angustias y sudores
    y calvario de los ojos,
    padecimos sinsabores
    por culpa de promotores
    imperiales con antojos.

    Con España hecha un erial
    entre la hambruna masiva,
    trajeron al pegujal
    y escuelas del andurrial
    a godos en comitiva.

    Se empeñaron los jerarcas
    con empeño denodado,
    supiéramos de monarcas
    que aún calzaban albarcas
    y a la Hispania gobernado.

    La lista estaba formada
    por treinta y tres visigóticos,
    y era así tan alargada
    y tan densa y tan poblada
    por reinar reyes caóticos.

    Se morían de repente
    o de pronto asesinados,
    y otra coronada frente
    ante aquel cuerpo presente
    allí mismo nominados.

    Candidatos eran varios
    los aspirantes al trono,
    y en aquellos escenarios
    de títulos nobiliarios
    disputaban con encono.

    En círculo nos ponían
    a coruchos escolares,
    y salmodiar nos hacían
    mientras espaldas crujían
    a los godos seculares.

    La lista la encabezaba
    Ataulfo, era el primero,
    Sigérico al que heredaba
    Walia y luego lo alcanzaba
    Teodorico el guerrero.

    Le sucedió Turismundo
    y Teodorio después,
    Alarico más jocundo
    y nosotros ni un segundo
    de recitar sin traspiés.

    Después con el cisma arriano
    Gelaelico cismático,
    y Amalarico algo vano,
    que fue un buen Rey ciudadano
    que se acomodó pragmático.

    Theudis, luego Teusidelo,
    Agila y Atanagildo,
    Liuva que miraba al suelo
    y Leovigildo al cielo
    por culpa de Hermenegildo.

    LLegó Recaredo y Siuva,
    Witerico y Gundemaro,
    que dicen que el mosto de uva
    lo trasegaba cual cuba
    de tonel hispano avaro.

    Nombres hay repetitivos
    de ordinal correspondiente,
    sobrevivían los vivos
    si no acababan cautivos
    del nuevo rey y de su gente.

    Suíntila con Sisenando,
    Thintila y sucedió Tulga,
    Khindasvinto fue reinando
    con Recesvinto esperando
    como un can cuando se espulga.

    Wanba delegó en Ervigio,
    Egica reinó con Witiza,
    ¡ cuánto rey, cuánto litigio!,
    sin llevar el gorro frigio
    hartos de godos en liza.

    Rodrigo fue el colofón
    de tanto godo en el trono,
    ¡qué castigo, qué tostón!,
    salmodiando relación
    con voz meliflua en el tono.

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