La Plazolilla.
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La Plazolilla siempre estará llena de recuerdos, de juegos de infancia, de personajes, de titiriteros y cine ambulante, de pan y magdalenas en la Corsina, de huevos en la Hipólita, de peleas y gritos en el Cuartelillo, de tanto que hubo y ya nada hay, de tantos que la habitaron y ya no están, y es que el tiempo nos va robando todo, sólo la memoria nos salva, de momento. Cadalso fue y es maravilloso.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Rosa Merchan
ResponderEliminarMi plazolilla mi niñez que bonitos recuerdos ❤️
Bonita foto de la Plazolilla, tal como lo cuentas fue, amigo Zorro
ResponderEliminarMariano
Maria Del Mar Dominguez Lopez
ResponderEliminarCuánto cariño tengo yo a mi plazolilla de arriba 😜
Todas mis vecinas de aquella época esas salidas nocturnas 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼😍😍
José Luis Conde
ResponderEliminarEl cine con sábana en la fachada de La Corsina.
Eso si era disfrutar de cine, con la fresca del verano, con la gente sentada en sillas de casa, los niños delante en el suelo, con la rifa y con la felicidad ante todo. Gracias Pedro por la foto y el recuerdo.
ResponderEliminarCarmen.
Carmen Frontelo Morales
ResponderEliminarYo era de otro barrio también jugábamos en la calle de sananton algunos no teníamos ni radio ahora con la tele y la tecnología no se juega como antes
Carmen Frontelo Morales
ResponderEliminarGracias Pedro que bonitos recuerdos
Los lugares entrañables
ResponderEliminarrecónditos y escondidos;
amenos y saludables
son placitas adorables,
y rincones muy queridos.
LOS TITIRITEROS EN CENICIENTOS
ResponderEliminarUna cabra y una mona
y tocando unos panderos,
asoman titiriteros
en carro de desmorona.
"¡Húngaros ya están aquí¡"
grita la muchachería,
y todo es algarabía
que nos gusta a ti y a mí.
La cabra no es cabra es cabro,
y la mona resabiada
y se siente muy agraviada
en cuanto escucha el vocablo.
Titiriteros hambrientos
venidos de sabe dónde,
que su miseria no esconde
llegaban a Cenicientos.
Con panderos y trompetas,
y a crudo bombo y platillo,
te pedían un durillo
vendiendo unas camisetas.
La función se organizaba
en el centro de la plaza,
y un fortachón con la maza
al más viejo golpeaba.
El pobre viejo achacoso,
tumbado sobre cristales,
aguantaba pedernales
en estado comatoso.
Una gran piedra en su pecho
el de la maza rompía.
"¡Que le entre una perlesía
viendo al buen viejo maltrecho!".
Eso mi abuela decía
a coro con sus vecinas,
de estar de pie ya cansinas
marchándose de estampía.
Otra gritando exclamaba.
"¡Mejor un carbunco negro
como el que tuvo mi suegro
que como un toro bramaba!".
A continuación vendían
papeletas de una rifa,
y pretextando engañifa
coruchos se escabullían.
De coñac: unas botellas
rifaba la pobre gente,
siendo una mano inocente
a la luz de las estrellas.
¿Se ganarían la cena,
los pobres titiriteros.
por los agrestes senderos
que da una vida de pena?
Sin ver coches ni ver gente
ResponderEliminarni ver perro ni ver gato.
El árbol es referente
de la quietud del ambiente,
y en Plazolilla el retrato.
ABCPremium
ResponderEliminarPaco Castañares, histórico dirigente del PSOE:" España es un país peor desde que gobierna Sánchez"
SI UN PATRÓN QUE A TEMO BOGA
Si un patrón que a remo boga
y anticuado se ha quedado
y se siente denostado,
no debe tensar la soga.
Si en esa nave se ahoga
y carece de asideros,
dé paso a nuevos remeros
que tengan un buen piloto,
y aunque sea en mar ignoto
busquen nuevos caladeros.