sábado, 30 de septiembre de 2023

En memoria Juanito Matatoros Ramos.

 Juanito "Cabezarnero" 

El pasado 26 de septiembre fallecía Juanito, cadalseño de los de antes, trabajador, humano y siempre cargado de sencillez, como buena persona que siempre fue. Hoy me viene a la memoria las charlas con él y con Antonio el Pío en la Plazolilla, lugar donde solía sentarse y pasar los momentos que Cadalso le proporcionaba junto a sus vecinos y paisanos. Juanito tenía 99 años y sólo le faltaban unos meses para cumplir los 100, pero no pudo ser y recibió la llamada de Cadalso de Arriba, y hacia allí partió, mientras sus manos apenas ya sin fuerza dejaban de acariciar su bastón. Puede que a esa edad no tenga sentido seguir viviendo, es posible que quisiera huir al mismo lugar donde su mujer, Encarna, se fue para no regresar. La vida pasa muy rápida, casi no la sentimos, pero siempre tenemos muchos momento buenos para vivirlos, para sentir y recordarlos con las personas que hemos conocido y querido, y para mi una de esas personas siempre fue Juanito. Tengo la seguridad que Cadalso de Arriba te habrá recibido con muchos brazos abiertos, los de tu mujer Encarna, tus padres, y Antonio, que seguro te estaba esperando como cada día en La Plazolilla, lugar de este otro Cadalso donde todavía estamos. Descansa en paz. 
 

Días tristes se apoderan de la Plazolilla, imágenes que ya no volverán, palabras silenciadas, lugares vacíos, risas muertas, es lo que perdemos en cada barrio cada vez que un vecino parte hacia ese otro Cadalso, pero como siempre digo, nos quedan muchas cosas que nos animan a seguir, y yo cada vez que pase por la Plazolilla, seguiré sintiendo la presencia de Juanito y Antonio, escucharé su voces que me llaman, viviré de nuevo sus recuerdos y me sentiré dichoso de haberlos conocido y tratado, por qué, qué sería de nosotros sin el amor y el cariño de nuestra gente, la de arriba y la de abajo. 

  12. 06. 1924
+26. 09.2023

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

Cascada del Cancho. Navalafuente. Sierra de Guadarrama.

 Cascada del Cancho. Sierra de Guadarrama.


Agradable ruta por Navalafuente que discurre junto al arroyo Gargüera entre frondoso arbolado para llegar hasta la Cascada del Cancho y continuar por canchales, jarales y enebros, algunos de buen porte, hasta el Puente de las Losas. El recorrido comienza junto al cementerio, donde se puede dejar el coche tomando una pista ancha que se dirige hacia el norte con el Arroyo Gargüera a nuestra derecha, acercarse para verlo en su parte más baja ensombrecido por alisos, fresnos y sauces. Pronto el camino se convierte en senda, donde a veces se pierde entre canchales, pero sin ningún problema para acercarnos hasta la Cascada del Cancho, aunque hay que prestar atención si las piedras están mojadas.  A partir de la cascada se va ascendiendo entre grandes canchales para tomar un estrecho sendero que nos lleva hasta el conocido Puente de las Losas sobre el ya incipiente arroyo Gargüera. Desde aquí se puede proseguir hasta la depuradora de Bustarviejo y tomar el  camino Real de Bustarviejo, desde donde hay una buena vista de La Cabrera, y descender por el Cerro de la Mesa ( 1.010 m, ) y una antigua calzada delimitada con paredes de piedra donde encontraremos un mojón entre los términos de Navalafuente, Bustarviejo y Valdemanco. En nuestra bajada podremos ver el enebro centenario a nuestra derecha, lástima que se quemara una parte de él en un incendio ocurrido hace algunos años. La ruta es corta, apenas 6 km. pero si sólo queremos conocer la Cascada del Cancho tendremos que recorrer unos 800 m. Lo dicho, un bello lugar para disfrutar de un paseo entre cascadas, árboles de rivera y enebros centenarios, y por supuesto recorrer el pueblo de Navalafuente, donde podemos comer o tomar algo en sus bares y restaurantes. Decir que hay Oficina de Turismo, C/ Iglesia, 13. ( Abre de miércoles a domingo ) donde unas simpáticas chicas nos darán toda clase de información de Navalafuente y su entorno. La Sierra de Guadarrama es maravillosa.   



Arroyo Gargüera

Dedalera


Arroyo Gargüera


Navalafuente


Cascada del Cancho



Cascada del Cancho.


Flor de escaramujo.




Puente de Losas.



Enebro centenario

Estatua en honor al "Senderista"


Iglesia de San Bartolomé. Navalafuente.


Malvavisco.


Iglesia de San Bartolomé. Navalafuente.





Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
                         Ricardo Fdez. del Blanco


jueves, 28 de septiembre de 2023

CON LA FALTA QUE NOS HACE UNA EN CASA (CRÓNICA SOCIO-FESTIVA Y TAURINA CADALSO-23) Por Miguel Moreno

 CON LA FALTA QUE NOS HACE UNA EN CASA (CRÓNICA SOCIO-FESTIVA Y TAURINA CADALSO-23)


La mañana de la Pólvora me llama mi primo Teodoro para felicitarme las Fiestas de Cadalso, suele hacerlo todos los años. Me narra una enternecedora historia que tiene por protagonistas a su padre, Jesús, y al mío, Miguel. Ellos reviven, como todos los seres queridos, y se quedan para siempre petrificados en la memoria, como sus fotos se quedaron eternamente impresas en el papel. Pienso lo diferente que era aquel tiempo con el actual. Nada es ya como entonces, salvo en nuestros recuerdos. Mi padre nació bueno -como el 98% de los humanos- pero a diferencia de muchos, él lo fue hasta el final. Hacía el bien porque le brotaba espontáneo, no porque se lo pidieran ni ninguna institución le exhortara a ello. Libremente repartió bondad porque así nació. No fue hipócrita, no disimulaba ser honesto en los cenáculos para luego herir sin compasión al prójimo. Lo divino le pillaba muy lejos e incomprensible; tenía más cerca el ejemplo humano de la gente buena, digna y trabajadora, por eso repartió en soledad su generosidad. Y así murió, solo en su huerto, hoy olvidado y yermo de frutos. Procuró no tener contradicciones. Si no entendía las cosas, no creía en ellas, intuía que su manera de ser no le engañaba.

A mediodía deposita La Muñana un ramo de flores blancas y azules en la tumba de nuestro fundador, José Alfonso. Daniel Moreno me remite unas fotos. Subo a ver el ramo cuando el cementerio absorbe soledad al atardecer.

 Las vísperas festivas comienzan oficialmente a las 13:00h del 13 de septiembre, cuando gigantes y cabezudos salen a nuestras calles para deleite de los peques inundándolas de felicidad.

 Tristemente y debido al mal tiempo y otros condicionantes, los infantes este septiembre gozaron de pocas actividades. Pasa el desfile por La Corredera y me encuentro con mi entrañable Vicente, acompañado de su pareja, sus hijos y una nieta preciosa que es su vivo retrato. Se lo digo y se emociona, sólo nos van quedando emociones… Puntual -a las 22.00h en punto- el artista, Míster y pregonero cadalseño, Diego Rodríguez Navarro, se encargó de pronunciar un bonito y emotivo Pregón que fue el pistoletazo de salida para nuestras Fiestas de 2023. Diego y las preciosas Misses: Clara García Moreno, Lucía Fernández Morales y Sara Morales Orgaz, engalanaron las calles y los recintos con su elegancia, alegría y simpatía durante todos los actos oficiales y festivos de estas jornadas. La medianoche viene exuberante de colorido, ruido y exclamaciones. Es la Pólvora. La traca final provoca que el niño Moisés llore desconsolado. Sus padres, Berta y Moisés: “¡Sólo son cohetes! ¿No lo ves? No te asustes…”

Para los críos de nuestra generación las Fiestas de Cadalso no figuraban en el calendario, estaban grabadas únicamente en nuestra memoria y en nuestras imaginaciones. Esas jornadas no se vivían en el mundo, únicamente existían en Cadalso. Al acabar los toros del Día del Cristo toda la familia íbamos a casa de mis abuelos paternos. El abuelo encentaba el jamón y lo repartía generoso con vino de moscatel. Recuerdo que una noche del Cristo -después de la merienda- mi padre compró en la tómbola de La Corredera un montón de números para la rifa de regalos. Deseaba que le tocara una batería de cocina para regalársela a mi madre que se había quedado mirándola antes del baile en La Alegría de la Huerta: “Miguel, mira qué bonita es. Con la falta que nos hace una en casa…” Nos fuimos a Las Casetas y mi padre se quedó nervioso, ilusionado y parado como una sombra que se le hubiera olvidado andar. Compraba números con la esperanza puesta en aquellos recipientes. Poco después entró en casa riéndose y dando voces, como yo jamás le volví a ver y escuchar: “Asun: ¡¡¡Nos ha tocado!!!” Y en medio del portal se abrazaron y bailaron un pasodoble… Mi abuela materna me despertó a la mañana con una tenue sonrisa: “¿Viste qué bonito es lo que le tocó anoche en la tómbola a tu padre?” Y ni corta ni perezosa, en un puchero de los nuevos, se puso a preparar el cocido… “¡A saber si el año que viene estaré aquí!”

El Día del Cristo nos aviamos como corresponde a tan magna festividad. Pasamos Paloma y servidor por la casa de mi madre. Con ella están mi hermano Justo y mis sobrinos Dani y Álvaro. Se deshace en elogios al vernos de tal guisa; baja despacio la mirada y murmura: “Da gusto veros todos los años tan guapos y elegantes -natural, ¿qué va a decir una madre?- Si os vieran los que ya no están con nosotros…” Tomamos el aperitivo con amigos y familiares.

 Mis primos Jesús y Nieves son la alegría y la bonhomía familiar personificada. Es verlos y surge la sonrisa y la emoción a borbotones, como si fuera el puchero de la abuela. Se oyen las notas virtuosas de la Banda de Música de Cadalso. Este año cumplen su 90 Aniversario. Muchas felicidades para los miembros antiguos, nuevos y futuros. La dirige espléndidamente Sergio Rosado. Su repertorio de pasodobles sencillamente me pareció incomparable, además de conocer perfectamente cuándo debe parar la banda durante la faena del torero. Encabeza la Comitiva de Autoridades el alguacil, Víctor “Chita”, sobre una preciosa montura perfectamente domada y enjaezada. Es como un mitológico centauro que compone uno de los cuadros más conmovedores de estas Fiestas. Encomiable su labor a lo largo de toda la Feria, plena de responsabilidad y saber estar.

Franquean la comitiva esos personajes que eternizan nuestra Función: Semejan drones con la facultad de volar alto y lejos, muy lejos y alto (donde reside la emoción) para que disfruten los paisanos ausentes. Hablo de esos expertos en absorber momentos especiales con su ojo clínico cadalseño: Alfonso, Carlevaris, Hernández, Perdiguero, Rosado… ¡Qué generosidad la suya! Dejan de vivir sus momentos mágicos para captar los de los demás. Como mágico es ver cada año, en el mismo lugar de la plaza, a los fieles amigos Baltita y Pedrito.

 La tarde torera acaba y se inicia la bucólica que comienza en el bar del Hostal San José, sin solución de continuidad se extenderá al resto de garitos expendedores de licores, sonrisas y confidencias. Las primeras las tengo con mi primero Jesús y el abuelo Moisés, mientras el niño Moisés corre detrás de Alma y Leo en la Terrraza de Manhattan.

El viernes 16 arribamos a nuestra particular sede festiva familiar, Restaurante La Escalera, llega nuestro hijo Miguel. Saciamos sed, hambre y remembranzas durante todos los días festivos. Todo el equipo del bar (Alfonso y su mujer, Pedro, Mirella, Cristina…) nos han tratado con un cariño y profesionalidad que nos llena de satisfacción y agradecimiento. Parroquianos fieles y amables conversadores como Emilio Tabernero, Miguel González, “Miliki”, Piñas”, Juanito, Santayana… nos demuestran que cada día se aprenden cosas que desconocías hasta llegar allí. Mi fiel y melómano amigo, José “Peque”, me canta en la sede de la Peña Muñana la composición musical  que acaba de hacer partiendo de “Luna de Miel de la Peña Muñana”. Tomamos paella y cervezas en la sede rodeados de muñaneros de todas las edades y condición, además de nuestro sobrino Daniel, actual Presidente. Pasamos un rato formidable hablando de ese espíritu muñanero común a todos nosotros. Forman un gran equipo dirigidos acertadamente por su Junta Directiva que siempre está al quite y controlando que no surja nada que altere el jolgorio. Siendo yo niño, la actual sede era el Bar-Casino Quinito, allí veíamos Bonanza, Ironside, los toros y los partidos del Real Madrid… ¿Quién iba a decirle a servidor que pasados cien años acabaría siendo el lugar de reunión de la ínclita Muñana? Contentos marchamos a la cafetería Xiomara, su hermano, al que llaman “Capitán”, es un profesional como la copa de un pino cadalseño.


El sábado 16 nos sorprende un ruido iniciático y frenético de tambores que invitan al baile enloquecedor y sensual. Es un conjunto “bloco” que invade las calles del pueblo con una batucada de desiderátum que, por momentos, enloquece de jolgorio a cadalseños y foráneos. La Peña Los Colegas son expertos en la contratación de estos músicos brasileños para uso y disfrute de todo el mundo. La Corredera parecía un sambódromo, similar a una de esas pasarelas de “estriptís” de finales de los 70, comienzos de los 80. Una hora después, en la plaza de toros, nos descubre Pedro Alfonso con sus hijos y su nieto. Tres generaciones de montañeros (¡ahí es nada!) reunidos en la cumbre cadalseña del toreo. Si es que –como decía mi abuela paterna- “los cadalseños valemos p´a tó…” 

No resistimos la llamada de la sangre y mi hijo y servidor nos “escapamos” a la barra del bar de la plaza. El arrendatario es buena gente -algo cascarrabias- y conoce a la perfección la idiosincrasia del pueblo. Coincidimos con Carlos Gerónimo (cuasi excompañero en Exteriores), su mujer Mª Carmen Sánchez (me dice que lee mis escrititos), Carmen Hernández, Pilar, Ana, Nieves… En armonía compartimos bebida de fuego y bocatas que nos regalan la Peña Los Demás y La Muñana. Comenzamos a partir cuando la última peña (Las Cadalseñas), la de mayor belleza cadalseña por metro cuadrado, abandona la plaza y apagan las luces. Sin solución de continuidad marchamos al Bar Moncho, tomo algo con José Ramón, Bernardo, Miguelito. En el Transilvania, charlamos con Micaela y Nico, dos vecinos de Cadalso, dos instituciones cadalseñas nacidas en Rumanía. Recordamos la época que Gabriel, el padre de Paloma, estuvo ingresado en la Residencia Maravillas. Micaela se deshizo en atenciones con él. En Mariano platicamos con Juan Ramón y su mujer de vino, afectos y de su finca “Fuentegalana”. Son las  Fiestas: Hablas de todo y con todos y comprendes que la grata armonía entre las personas vale un potosí.

Llegados a este punto es recomendable hablar un tanto así de toros y toreros:

14/09/2023. Novillada picada. Seis novillos de Baltasar Ibán para: Jorge Molina, ovación, silencio y silencio en el que mató por cogida de Nek Romero. Nek Romero, oreja y cogido. Sufrió una cornada con trayectoria ascendente de 18 centímetros, con pronóstico menos grave. Alejandro Chicharro, silencio y silencio. Se le dio la vuelta al ruedo al sexto novillo, nº 44, de nombre “Saltillo”. Novillada desigualmente presentada (inferior a las lidiadas en 2021 y 2022) y con indicios de pérdida de sustancia córnea. No obstante, se dejaron torear y sus matadores estuvieron por debajo del juego de los animales. No hablo ya de la impericia generalizada a la hora de matar…

15/09/2023. Novillada sin picadores mixta. Dos novillos para rejones de “El Madroñal” para el rejoneador Juan Manuel Munera, silencio y oreja. Cuatro novillos para lidia a pie: Olga Casado, dos orejas y dos orejas. Esta mujer es arrolladora y con grandes dotes toreras. Me recordó a Cristina Sánchez, para mí la mejor torera que he conocido. Roberto Cordero, dos orejas y silencio. Roberto debutó de luces en su pueblo con un terno grana y oro. Buenos pares de banderillas de José Otero y Jesús Mejías. Se le concedió el honor de la vuelta al ruedo al segundo de Zacarías Moreno, nº 40, de nombre “Divertido”. Por despiste de los mulilleros no se le llegó a dar. En el sexto cayó una gran tromba de agua que deslució la finalización del festejo con salida a hombros de Olga Casado y Roberto Cordero. Más abajo, le dedico una crónica especial a nuestro paisano Roberto.

16/09/2023. Novillada con Picadores. Seis de Cebada Gago para: Pablo Páez, oreja y oreja. José Mª Trigueros, oreja y vuelta por su cuenta. Alejandro Peñaranda, silencio y silencio. En el primero el alguacil se despistó y no entregó la oreja al novillero, lo hizo su peón de confianza, Carlos Ruiz. Novillada con trapío justo pero que se dejaban torear. Sus lidiadores no acabaron de entenderlos y, al igual que sus compañeros del día 14, se mostraron dubitativos y desconfiados. Les vi en otras plazas y la mayoría me causaron una grata impresión; por contra en Cadalso parecieron indolentes. Aparentaban estar mediatizados por el ambiente y las ganaderías. A las presidencias de los festejos se les veía nerviosas y no acababa de familiarizarse con los pañuelos, la del día 14 estuvo más entonada. Falta de rodaje, imagino.

17/09/2023. Novillada sin picadores. Seis de Blanca Hervás para: Jesús Ángel “Angelín”, silencio y silencio. Javier Cano, silencio y saludos. Emilio Ricaud, silencio y oreja. En conjunto fue la novillada más completa de la feria por presentación, juego y casta. No paró de llover por la mañana hasta las 14:00h. El ganadero y su hija estuvieron detrás de nosotros durante la novillada del día 16. Sus comentarios del festejo estuvieron muy puestos en razón, de vez en cuando me atreví a contrastarlos con los míos. Lo cierto es que pasamos una tarde muy entretenida y didáctica. Deben sentirse orgullosos de su labor al frente de la ganadería porque buscan un animal encastado pero noble. De aquellos a los que primero hay que poderlos para después, si es posible, crear arte. 

La Feria de este año estuvo por debajo de las precedentes. Sustituyeron dos novilladas con caballos por otras sin ellos. Tampoco hubo la tradicional gala de presentación de carteles, los cuales se hicieron públicos muy tarde y casi sin difusión en los alrededores. Suprimieron “el día de la vaquilla” y tampoco se ofreció la tradicional merienda por parte de la Asociación de Mujeres “Los Álamos” que cierra las Fiestas, desconozco las razones. Fue un acierto de la organización la inclusión del torero local, Roberto. Por lo demás, servidor no presenció ningún incidente desagradable durante la Función. Lo importante es divertirnos divirtiendo, pero sin olvidar que la vida sigue con sus problemas. Las Peñas y las gentes cadalseñas volvieron a poner en órbita al pueblo y con ello reafirmaron que no hay Fiestas que se le asemejen. Si quieres divertirte y disfrutar sanamente tienes que pasarte por aquí para comprobarlo el próximo septiembre. Lo valiente no quita lo cortés: Ruego a las Peñas que, por favor, respeten la lidia y no armen ruido hasta que el toro no doble. Es simplemente educación y respeto hacia los lidiadores -se juegan su integridad física- y hacia los espectadores –que invierten su dinero-. Por favor, hagan ese pequeño esfuerzo y se lo agradeceremos grandemente. El servicio de orden y el personal de plaza demostraron -una vez más- que son inigualables.  No exagero un ápice si afirmo que la brigada de limpieza hizo una labor extraordinaria. Bien estaría que recibieran un incentivo por tan magna labor. Cada mañana el pueblo amanecía como la patena. A veces se nos olvida que para que nosotros nos divirtamos en las Fiestas, es necesario que otros trabajen desvelados para mantener todo en orden e impoluto. ¡Muchas gracias!

Un año más procede felicitar a la ATC. “Cadalso” por su dedicación, difusión y promoción de la Tauromaquia. Los coloquios que todos los días organizan a las 13:00h (después del enchiqueramiento de las 12:00h) son vitales para entender la grandeza del toreo cadalseño. Paloma me comenta que le encantan, le entretienen y aprende culturizándose sobre este arte simpar que posee infinidad de bellos matices. Terminada la tertulia del lunes 18, se falló el premio para el cartel que presidirá las conferencias taurinas durante los sábados el mes de noviembre (siento no recordar el nombre de la ganadora). A la salida, la tertulia sigue viva y enriquecedora (Mariano Vicente, mi primo Salva, José Miguel, “Chirros”, Joaquín, Roberto, Jorge, Antonio y José Luis Acuña… éste último lleva años confeccionando el imprescindible programa diario del festejo… Se lee con atención escrutadora hasta en sus más mínimos detalles. José Luis, sabe bien por dónde voy.

Roberto Cordero González nació torero con esa mezcla en la sangre de los cadalseños que aspiran a dejar una huella en el mundo, una imagen verídica y viva de sí mismos. No por vanidad, sino porque perciben que existe algo en sus almas que es preciso recoger para transmitirlo a la posteridad. Ese testimonio de glorias humanas, de honores emotivos, de llaneza cadalseña. Mira a los toros y a las personas con una mirada limpia y profunda que le brota de lo más íntimo de su ser. Me saluda feliz blandiendo los brazos y la sonrisa cuando me ve por las calles de Cadalso. Su mirada se incrusta para siempre en ellas sembrándolas de belleza, inundándolas de luz, acariciándolas como verónicas aladas que quedan flotando legitimando la verdad de su toreo puro y sentimental. Desde que nací llevo viendo toros en Cadalso pero jamás de los jamases, vi a la plaza tan profunda, tan emocionada, tan expectante como cuando torea un cadalseño. Con Roberto volvió a suceder. Al perfilarse para entrar a matar el silencio se oía, se mascaba, en el interior del corazón de esta villa que nos enseñó a incorporarnos al caer. Un silencio que sobresaltó a nuestros ancestros allá donde estuvieran rumiando viejas y melancólicas torerías. Cierto que había pocos pájaros porque intuían la que se avecinaba, pero a los pocos que sobrevolaban la plaza se les escuchaba el batir de sus pequeñas alas aplaudiéndole. Este pueblo tiene un sentimiento, un alma, que sólo nosotros percibimos. Estamos pasando una muy mala época y este torero cadalseño se encargó de reivindicarnos, de unirnos a todos, de transmitirnos una esperanza que creíamos perdida y marchita. Su generosidad, su humildad, su entrega y su vestido grana y oro se encargaron de ello. Se rompió el paseíllo y tributaron al novillero una ovación de las que ponen la emoción del revés. 


Parsimonioso, sale al tercio a agradecérselo a sus paisanos e, inmediatamente, saca a saludar a su compañera Olga Casado y ésta mira a los tendidos y parecía flotar emocionada entre la estruendosa ovación. Después invitó al sobresaliente a hacer un quite: “Él se desplazó a mi pueblo, se vistió de torero y el miedo que se siente sólo desaparece toreando y… ¿dónde mejor que en Cadalso?”. Quien tenga entendimiento que entienda porque el comportamiento de Cadalso con todos sus hijos se merece lo mejor.

Patxi: Cadalso se queda solo y melancólico al acabar sus Fiestas de septiembre. Se hace infinito el aire de las voces en la calle, como marea sin olas. Y hay un dolor que está quieto, preso en un rincón doliente que no se ha llevado el viento. Caminar hacia el  invierno por el Valle de Tórtolas es morir un poco y no compensan las despedidas…

                                                                   Miguel MORENO GONZÁLEZ