SINDROME DE DOWN
(El síndrome de Down es
un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma
21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales.)
Una mañana de julio aparecieron Bea, Concha y Eva a
trabajar en el Ministerio. Pensé que ya era hora de que arribaran personas que
equilibren la balanza y así compensar la llegada en avalancha de superdotados que padecemos de unos años para
acá (tanto superlativo no puede ser nada
bueno…) En estas jornadas que llevamos juntos he percibido que es muy grato el
trato con ellas. Creo que padecen el Síndrome de Down o similar. Eva lo tiene,
incluso, más acentuado en el aparato locomotor. No sé si tendrá algo que ver.
Las tres destilan ternura en dosis enormes. Las tres te
miran de frente sonrientes, directas y expectantes… como demandando una
frase alborozada. Las tres hablan más despacio que la velocidad de sus mentes
funciona. Las tres nada entienden que no venga acompañado de una sonrisa. Es
evidente que sus mentes son privilegiadas. Sus corazones van más lentos. El
amor siempre deambula parsimonioso y pensativo en soledad…
Cuando visitan el despacho las observo. Quiero aprender y
aprehender de ellas. Lo necesito y me hará bien. Construyen las frases con
esfuerzo y con esmerado mimo y cuidado. Para poner mayor énfasis en sus
argumentos mueven sus manos pequeñas mostrando sus dedos separados y rígidos. De ellos sobresale el índice que
dirigen en distintas direcciones, ora en sentido horizontal, ora en sentido
vertical sobresaltando el horizonte. A veces las pupilas de sus ojos adquieren
una inesperada tonalidad expresiva y parecen moverse aisladas, mientras sus
rostros se contraen eufóricos y sorprendidos, independientes del mandato imperativo
del cerebro.
Son libres. Muy libres. Inmensamente libres. Dicen lo que
sienten y sienten lo que dicen. Los compañeros han captado inmediatamente su
dulzura y les tratan con mucha amabilidad. Algunos de ellos parecen esperar la
ocasión propicia para decirles una frase simpática. Buscan también tener la
oportunidad de extender la palma de su mano para obsequiar a su pelo o a su
hombro con una caricia infinita. Nadie es tan rico que le sobre recibir u
ofrecer una caricia…
Desde niñas han luchado trabajosa y calladamente contra
el desánimo, la desilusión, la desgana o la tristeza rodeándose de personas que
les ayudan en el trabajo y les enseñan a realizar actividades gratificantes.
Para ellas, cada día es el primero de los que tienen por delante y parecen
asumir que sólo hay que esforzarse ese día. No lamentarse por el pasado, ni
preocuparse por el futuro. Únicamente existe aquello que sienten y viven en el momento.
Desconocen lo poco que ganan, no recuerdan el banco donde
ingresan sus humildes sueldos y mucho menos a sus indolentes empleados. Pero en
cambio, ya han memorizado las rutas para llegar antes al trabajo, escuchan muy
interesadas las instrucciones que les imparten y asimilan pacientes las
respuestas a sus preguntas. No saben que hay gentes que se creen superiores,
que ganan mucho y no comparten ni la mirada. Que viven haciendo lo contrario de
lo que predican con sus lenguas viperinas. Son unos pobres desgraciados e
ignorantes. A ellas no les importan los mendaces porque no los entienden. Ellas
toman de la vida lo que es realmente importante y trascendental: el amor.
Berta recomienda que todos los que compartan su entorno
se esfuercen en entusiasmarles, armarse de paciencia “activa”, enseñarles a tener de las cosas un enfoque positivo,
fomentar su sentido del humor, incentivar su sensibilidad, respetarles
espontáneamente, ser flexibles en todo lo que les afecte. Y poseer calma, mucha
calma, porque no habiendo más días para
ellas, todos les pertenecen.
Elena les dijo que se vayan de vacaciones en agosto para
comenzar en septiembre. Piensa que a la vuelta, todos unidos, seremos más
fuertes. Apunta que les ayudaremos y les beneficiaremos mejor. “¡Eso. Así nos queréis más!”, parecen
decir con esas miradas que reclaman comprensión y que se te clavan directas en
el corazón.
Hablan despacio y bajo. El primer día que llegaron ya
Javi supo cómo hacerles sonreír. Susana les preguntó sus nombres y ellas
contestaron inmediatamente elevando, ahora sí, un poco más la voz. Santiago les
ofreció sentarse en las preciosas sillas de madera que mi excompañero Rafael me
dejó en herencia cuando se jubiló. Lo hicieron ceremoniosamente, como si no
quisieran molestar a nadie. Y entonces fui y les conté la historia de “mis dos sillas.”
Desde ese instante se sientan sobre ellas como disculpándose, como pidiendo
perdón, no sin antes acariciar suavemente el reposabrazos con la palma de su
mano.
Cuando a los artistas les llega la inspiración a sus
mentes, crean obras de arte deslumbrantes que llenan el mundo de maravilla y
contento. Lo hacen satisfechos y felices porque saben que van a insuflar vida a
una materia que antes no la tenía. Algo semejante sentimos nosotros con la
llegada de Bea, Concha y Eva. Y es que han venido unas vidas llenas de arte para
darles más bondad a las nuestras.
Septiembre no tardará en llegar y les hablaré de Cadalso,
del precioso azul celeste septembrino que lucen sus cielos durante ese mes, de
sus paisajes enamorados, de su historia ancestral, de la hospitalidad de sus
buenas gentes... Y de La Muñana también les hablaré, seguro que acabaremos
emocionados recordando el cromosoma que la engendró aquel ya lejano 14 de
septiembre de 1976… Pero nunca les contaré la desolación que provocó en
nuestros campos el fuego. No sería agradable observar en sus miradas la honda
tristeza que les provocaría…
Miguel MORENO GONZÁLEZ
Una caricia a lo diferente, o a lo que nosotros pensamos que lo es, una sonrisa a lo menos cotidiano, un reconocimiento al trabajo de los que más se tienen que esforzar, un corazón, el tuyo, que se abre al amor y a la ternura de estos enormes personajes, tan olvidados y tan poco cotizados en este mundo de super mega personas que no lo son tanto, esto es tu escritito, amigo Miguel. Enhorabuena y un fuerte abrazo a ti y por supuesto a estas tres mujeres luchadoras y grandes ante la adversidad. Quién mejor que ellas para tu escritito y para este blog. Muchas gracias
ResponderEliminarEmocionada al extremo con tu relato Miguel, sabes que te admiro y me llena de sensaciones todo lo que escribes con el corazón en la mano, pero ¡Amigo! Nada me inspira más ternura que la discapacidad sea por un cromosoma de más, por una mala praxis en un parto cómo es nuestro caso, nuestro hijo nació axfisiado por una mala atención en el parto, creedme que hemos luchado hasta la extenuación estos 30 años y ahora es un tio cabal,lleno de bondad, creativo, maravilloso y mi mejor compañero de aventuras
ResponderEliminarGracias Miguel, Pedro Alfonso
Magnífico, como siempre, Miguel, lleno de ternura y mucho amor.
ResponderEliminarY efectivamente, cuanto tenemos que aprender de esas personas que muchas veces las consideramos inferiores a nosotros y sin embargo, nos dan lecciones todos los días.
Sensibilidad a flor de piel, y una forma de afrontar la diversidad poco habitual, no siempre es así. Gracias Miguel por ser así, y cuidarlas que son material frágil...
ResponderEliminarPepe Vázquez
No sabes la alegría que me han causado tus noticias. Eso si que es una buena noticia y en el Ministerio... A ese edificio buena falta le hace una entrada de luz, amor y alegría…..Por favor, cuéntame cosas de ellas…. Y diles que me hubiese gustado haber trabajado con ellas.
ResponderEliminarChusa
Sumamente interesante y la forma en que lo cuentas, cautivadora. Qué me vas a contar, a mí que llevo un año inmerso en la diferencia...
ResponderEliminarDiego S. B.
Compañero.. disfruta de esa bonita compañía todo lo que puedas.. Será una relación de la que todos aprendereis mucho, eso seguro.. Salúdales de mi parte.. Un abrazo..
ResponderEliminarEn nombre de Bea, Eva, Concha y en el mío propio, muchas gracias. Vuestros comentarios superan con creces el escritito. Ello es así gracias a la categoría de las protagonistas. Ellas os han arrancado tan bellas y merecidas expresiones. Porque lleváis los sentimientos a flor de piel hacéis un mundo mejor...
ResponderEliminarUn abrazo para Concha Bea y Eva
ResponderEliminarAna Diaz
Muy bonitas reflexiones. Estas personas suelen estar llenas de bondad, de buenas intenciones y muchas ganas de colaborar.
ResponderEliminarMaría Consuelo Lajara
QUE BONITO Miguel, me ha emocionado muchísimo, aparte del contenido de tus palabras te envidio la forma, es decir, como lo sabes plasmar para llegar al corazón, ya me falta tiempo para conocerlas.
ResponderEliminarCharo
Cuéntales Miguel, no tendrás unas oyentes mejores, eres muy afortunado, la pureza de sus corazones es indescriptible.
ResponderEliminarNo puede ser más bonito y lleno de verdad. Lo lees y el mundo te parece mejor. Muchas gracias.
ResponderEliminarFela
"Nadie es tan rico que le sobre dar o recibir una caricia" En pocas palabras, cuánto significado. Me siento privilegiada de poder vivir estos momentos y disfrutar de escritos como éste que nos recuerdan la verdadera importancia de las personas. Gracias Miguel!
ResponderEliminarEl Centro de Discapacitados Alfredo Zurita. (En Alcorcón).
ResponderEliminarAllí, soy voluntario, ahora, de baja temporal,
por falta material de tiempo.
A toda persona; generosa, altruista, y con ganas de colaborar en bien
de los demás, le vendría bien, darse una vuelta por allí y ver todo cuánto hacen. ¡Quedaría admirado!
AL PADRE ALFREDO ZURITA
Erguido en el promontorio
se destaca el edificio,
y aquí sigue en ejercicio
de Alfredo, el recordatorio.
No es un efecto ilusorio
pues aquí dentro palpita
y su ejemplo nos incita,
a ser siempre solidarios
fraternos y partidarios
de la labor de Zurita.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Es la tercera vez que lo leo, y no deja de emocionarme el relato.
ResponderEliminarEmotivo donde los haya.
Esperaremos ansiosos el siguiente....
Saludos