sábado, 31 de agosto de 2019

RICARDO ARRUZA, ES DE CADALSO Y VIENE ARROLLANDO


“RICARDO ARRUZA, ES DE CADALSO Y VIENE ARROLLANDO”

Este año se cumplen 20 desde que Ricardo Arruza se marchó al "Cadalso de Arriba". Yo le compuse el escritito "Ricardo Arruza es de Cadalso...", hace muchos años. Recuerdo que se lo leí por teléfono y llegado a un punto le oí llorar emocionado. Cuando murió le compuse el segundo "Ha muerto..." En ambos hago una semblanza de su trayectoria y de nuestra íntima relación amistosa. Ahora que se acercan nuestras fiestas y que se cumplen los 20 años de su óbito, creí interesante recordarle y con él a todo aquel tiempo que nos resulta tan familiar y cercano a los de nuestra generación.

Miguel Moreno

Ricardo Castrejón Santillán "Arruza"
     
Ricardo Arruza nació en Cadalso de los Vidrios (Madrid) al mismo tiempo que nacían sus deseos de ser torero. Su padre tenía un bar donde paraban los toreros que iban a tentar a la ganadería local de Ricardo Sáez. Él con sus pantaloncitos cortos se quedaba absorto mirando a Paquito Muñoz, Juan Posada, Andrés Hernando… y cuando quedaba a solas con su padre se iban al corral de la casa a emular a aquellos toreros. Ahora desgraciadamente los niños ya no juegan al toro, ¿a qué juegan ahora los niños? Por aquel entonces en Cadalso, como por otra parte en todo el país, no se ataban los perros con longaniza y a Ricardito todo aquello le pasaba desapercibido enfrascado como estaba en su ilusión de ser torero.

     Su juventud coincidió con el desarrollismo de los años 60, aquellos años del "Seat 600", "El Cordobés", "El Dúo Dinámico", "Los Maletillas", y el alborear de un maestro en el arte de lidiar toros, algo bohemio y loco como él, de nombre Antonio Chenel Albadalejo y por apodo "Antoñete". Aquellos años nos hicieron estragos en lo más íntimo de nuestra incipiente formación humana y ya nunca pudimos recuperarnos.

     Ricardo comenzó como un maletilla más y en unión de su paisano y amigo Zoilo, recorrían las ganaderías locales de "Parache", "Abad" y las de la Zona Centro, arriesgándose libremente y a expensas de recibir alguna que otra paliza. Una noche su ilusión llegó lejos y se atrevieron a torear al "toro padre" de Santiago Abad, teniendo como testigos "Praocerrao" y el cielo estrellado cadalseño… Y le pudo, ¡claro que le pudo!, le dio todos los pases que quiso a aquel descendiente de la legendaria ganadería colmenareña de Vicente Martínez, estirpe Parladé y de raíz Vistahermosa, los viejos aficionados recordarán al toro "Diano" de esta ganadería que inmortalizara en un libro delicioso D. Luis Fernández Salcedo. Pero esto no lo sabía Ricardo, él sólo tenía metido en la cabeza el ser torero de los mejores y por eso no le importaba el viajar engañado en un camión con cerdos en busca de un tentadero que nunca existió, o hacer tapia en las ganaderías de Salamanca esperando recoger las migajas que le dejara algún torero, o el hambre y el frío, que antes hacía mucha más hambre y frío que ahora. Arruza terminaba siempre convenciendo con su bondad a las telefonistas de los pueblos salmantinos para que le comunicaran, cuando se enteraran, dónde era el próximo y auténtico tentadero.

Zoilo, compañero de Arruza 
  



   Cadalso se le quedó pequeño y marchó a Madrid con una maleta de cartón piedra y mucha ilusión por todo capital. Comenzó a trabajar en un bar por entonces muy taurino y que aún existe, Bar Barahona, cerca de Manuel Becerra. Allí con los profesionales que pululaban tenía ocasión de que le ofrecieran algo. Un día su jefe le mandó a comprar una botella de ácido, por el camino se encontró con el matador segoviano Andrés Hernando y otros toreros que le dijeron que iban a tentar a algunas ganaderías. Sin pensárselo dos veces dejó la botella en un portal vecino y se fué con ellos. Volvió seis días después al bar con la botella pero el dueño le dijo que ya era un poco tarde, siempre acababa siendo tarde para Ricardo sin que él supiera muy bien por qué... Pasó a otro bar en Conde de Casal y más tarde al bar de la Facultad de Filosofía y Letras.

     Después marchó a Barcelona con el mismo capital que llevó a Madrid, allí vivió con un tío suyo que alentaba sus sueños. Una tarde se armó de valor y dirigió sus pasos a la Monumental de Barcelona, en el cartel: Diamante Negro, Mario Cabré y José Mª Martorell, por su cabeza rondaba la idea resuelta de tirarse de espontáneo. Vio lidiar los cuatro primeros toros y en el quinto saltó con unos pantalones bombachos que había comprado en Las Ramblas para que al toro le resultara más difícil herirle... No recuerda más que los resoplidos del toro y la arena que desplazaban sus pezuñas clavándosele en la cara y el pelo. Le retiró la policía, él ya llevaba preparadas las 500 pts. de multa, en comisaría le dijeron que ese gran artista solidario y polifacético que toreaba aquella tarde, Mario Cabré, ya la había pagado...


     Debutó de luces en Trufios (Vizcaya) en el año 1964, llegó a torear en total unos 70 espectáculos, de los cuales recuerda con precisión lugares y fechas. Una vez le pregunté si todo aquello lo hacía por dinero, totalmente convencido respondió: "Por encima de todo lo que yo quería era ser un gran torero. Una de las pocas tardes de triunfo que tuve corté dos orejas en Getafe y salí en hombros, aquel día no me hubiera cambiado por nadie de este mundo".

     En Cadalso se colocaron unos carteles con su fotografía y la inscripción: "Ricardo Arruza. Es de Cadalso y viene arrollando". Lo tengo muy grabado en mi memoria, sin embargo no llegó nunca a debutar en su pueblo, los politiqueos de entonces  se lo impidieron y eso que en alguna ocasión colaboró con el matador retirado Bienvenido Luján en la organización de algún festival para recaudar fondos que ayudasen a reformar la iglesia.



     Viendo que no podía abrirse camino lo dejó todo en el año 1972, se fué como llegó: ligero de equipaje; guarda en su cuerpo tres cornadas que son tres medallas, una de ellas muy grave que recibió en Villaviciosa de Odón (Madrid), con tan mala fortuna que al caer también se fracturó la clavícula, le trasladaron en un Land Rover (antes no había ambulancias en las plazas) al Sanatorio de Toreros, allí se encontró con el matador Agapito García "Serranito", convaleciente de una cornada que le propinó en la pierna  un toro en Benidorm y que le obligó a dejar el toreo cuando comenzaba a saborear la gloria.

Ricardo "Arruza" con Miguel y el picador José Alba Cotón, el día del Cristo de 1995

    
 Ricardo Arruza no pudo cumplir su ilusión de tomar la alternativa, debutar en su pueblo y muchas otras cosas más que no todo el mundo sabría comprender porque no todo el mundo sabe soñar. Se casó con Montse en 1975, reformó su casa de la calle Real en la que su padre le enseñaba a torear, guardó en ella sus recuerdos taurinos que muestra a sus amigos cuando los lleva para hablar de toros mientras en el salón, con un mantel, da pases a un toro hermoso e imaginario, explicando dónde se debe citar, dónde embarcar y templar para después poder rematar adecuadamente con ese toque de muñeca que deje el toro preparado para ligar el siguiente pase: "¡Que ya no se torea con arreglo a los cánones ni de salón!”, sentencia entre eufórico y decepcionado.

     Ahora, cuando parece que ya no vivimos con los pies en el suelo, mando mi recuerdo emocionado y mi admiración a todos los toreros que como Ricardo se quedaron en el camino, acaso por cometer el hermoso pecado de soñar en un tiempo en que casi todo invitaba a la pesadilla.



                                        Miguel MORENO GONZÁLEZ

                                

miércoles, 28 de agosto de 2019

El Molinillo de Cadalso antes y después del incendio


Antes y después



Las imágenes lo dicen todo, antes del incendio la vegetación de El Molinillo eras frondosa, ahora tras el incendio todo es negro, y no es la peor zona quemada. La próxima primavera volverá a traer el verde del terreno pero los almendros, olivos y encinas tardarán mucho más. Es el precio de la barbarie que todo lo arrasa y que tan indefensos nos deja. 



Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


martes, 27 de agosto de 2019

Monasterio de Glendalough. Wicklow Irlanda


Monasterio de Glendalough




Desde Dublín sólo hay que llegar al vecino condado de Wicklow para disfrutar del lugar conocido como el jardín de Irlanda, donde el colorido de la vegetación que cubre estas montañas te sorprenderá. Aquí la lluvia está asegurada cada día, pero siempre hay claros que dan al lugar una especie de magia natural y colorista que siempre ha fascinado a fotógrafos y cineastas. 




Recorrer el Valle de Glendalough con su monasterio celta fundado por San Kevin en el siglo VI. admirar sus iglesias en ruinas, la cruces del cementerio, y la impresionante torre redonda, nos remontará a la Edad Media, época de mayor esplendor de estas tierras que posteriormente fueron invadidas por los vikingos.

Pasear entre sus cruces y sus iglesias rodeados de una tupida vegetación, es algo que te hace sentir la belleza de este impresionante lugar, la lluvia que cae incesante, el sol que brilla por momentos, y hasta un arco iris que nos regala la tarde majestuosa, es algo que parece irreal y que atrapa tus sentidos. Hay gente pero no mucha, algunos se refugian en el cercano hotel, otros preferimos sentir la lluvia y en sol en nuestro rostro, dialogar con esa fotógrafa que espera con calma el momento propicio donde la luz y el paisaje forman la mejor imagen, es sencillamente disfrutar de lo que tengo ante mis ojos. 

Y ahora si os apetece mirar las fotos, sentir el paisaje y la historia de Glendalough, un valle irlandés del condado de Wicklow que os fascinará para siempre.

 Acceso al Monasterio por la puerta de doble arco, la única que se conserva.

Cruz protectora del santuario grabada a la entrada.



Todo el conjunto está enclavado entre montañas y lagos


Cruces celtas

Cruz de San Kevin el siglo IX. La leyenda afirma que si puedes tocarte los dedos abarcando el cuerpo de la cruz con tus brazos volverás a Glendalough.



 La catedral, la iglesia y el cementerio son parte viva de Glendalough





La catedral estaba dedicada a San Pedro y San Pablo hasta que Glendalough en 1214 pasó a la diócesis de Dublín.

Ventana de medio punto en el presbiterio

El presbiterio se añade en el siglo XII. Los restos del arco que hay a ambos lados unía la nave con el presbiterio.


Losa del sepulcro de un difunto que vivió más de 100 años 


La catedral fue construida entre el siglo X y el XIII, al fondo se puede ver el presbiterio con una ventana de medio punto

Cementerio y torre de vigilancia 


La torre de 33 m. es el símbolo de Glendalough

Fotógrafa irlandesa y su imponente cámara.

 Junto a las cruces y lápidas emerge la torre redonda que sirvió como refugio y lugar de guardia. 


Iglesia de San Kevin 



Un regalo de la lluviosa tarde 

La torre asoma entre la tupida vegetación del Parque de Glendalough

Bueno, si has llegado hasta aquí es porque te ha gustado, ahora sólo tienes que visitar este histórico lugar en viaje a Irlanda, total sólo está a una hora de Dublín.

Enlace: Parque Nacional de Glendalough, Wicklow Irlanda













Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso








lunes, 26 de agosto de 2019

Una fuente de Gredos. Sabes dónde está....


Dónde podemos ver esta fuente?


Un fuente histórica que sacia la sed de muchos desde hace siglos, está arriba, arriba, y desde allí se puede ver un inmenso paisaje de Gredos. Seguro que ya lo has adivinado... Efectivamente, la fuente se encuentra en los más alto del Puerto del Pico.


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


viernes, 23 de agosto de 2019

A la Virgen del Roble de Cenicientos


ORACIÓN
 A la Virgen del Roble



En urna guardo el troquel
que tu medalla contiene,
y una columna sostiene
tu santidad en joyel.
¡Y de tus pies escabel!
Virgen del Roble bendita
del roble que hay en la ermita,
cubierto iré con sus hojas
y así me vistas y acojas,
como una madre solícita.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

miércoles, 21 de agosto de 2019

José Julián Frontal y sus padres.






Los padres o los queridos viejos de Julián Frontal, foto y mensaje enviado desde Venezuela para todo Cadalso de parte de Elisaúl. Gracias por regalarme esta foto para el archivo. Zorro Corredero Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

lunes, 19 de agosto de 2019

Puerto de la Morcuera Cascada del Purgatorio



Cascada del Purgatorio



Del Puerto de la Morcuera a la Cascada del Purgatorio


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Distancia: 7,94 Km
Marcha circular
Desnivel acumulado subida: 423
Desnivel acumulado bajada: 423
Altitud máxima: 1759 m.
Altitud mínima: 1384 m.
Dificultad técnica: Moderado


Nada más dejar el coche tomamos una gran bajada por un cortafuegos.


En la bajada la Cuerda Larga nos acompaña como fondo.


Corral para ganado


Chozo de pastores, hoy difícil de encontrar en la Sierra.


La Najarra


Cumbre de Cabeza de Hierro Mayor


Macizo de Peñalara





El recorrido se inicia en el kilómetro 20 de la carretera M-611, y si venimos desde Miraflores de la Sierra se encuentra a la derecha, una vez pasado el albergue de la Comunidad de Madrid de la Morcuera. Existe una pequeña explanada para dejar los coches, en concreto estas son las coordenadas: 40.845327, -3.841612.

Para seguir este recorrido hemos seguido el itinerario 25 descrito en la guía: La Sierra Norte de Madrid, de Vicente M. Ortuño y editado por la Editorial El Senderista. 


Partiendo del Puerto de la Morcuera se toma un cortafuegos con bastante desnivel, luego atravesamos unos prados con antiguos edificios para el ganado y los pastores. Dejando un pequeño arroyo a nuestra izquierda nos metemos en un pinar que tras una leve subida comienza a bajar para cruzar otro arroyo y comenzar la subida hasta los riscos que forman el valle del río Aguilón, con cuyas aguas se forma la cascada. Tras una fuerte pendiente de bajada llegamos al camino que viene del Monasterio de El Paular, ruta muy frecuentada a la cascada. Los últimos metros coinciden con este camino y en el se pueden observar pequeñas cascadas que a su paso va formando el río Aguilón hasta llegar al pequeño mirador de la Cascada del Purgatorio. Esta ruta es muy frecuentada, al contrario de la que desciende desde el Puerto de la Morcuera donde es difícil encontrar gente, seguramente que por la dificultad y fuerte desnivel que tendremos que superar a la vuelta, pero merece la pena por lo tranquilo que llega a ser todo el recorrido.




Cruzamos un tupido pinar y un arroyo que baja hacia el río Aguilón




Fuerte desnivel antes de la cascada


Jacinto


Cañón formado por el río Aguilón


Río Aguilón antes de la cascada






LLegando al camino que viene de El Paular




Hay que aclarar que aunque la longitud del recorrido parece corto, se salvan desniveles importantes en poca distancia, y además, como se indica en la propia guía “ruta que ofrece tramos abruptos en los que el excursionista, aunque cuenta con la exhaustiva descripción de este recorrido, tendrá que hacer uso de su propio criterio para optimizar algunos pasos por los riscos”.

Río Aguilón, afluente del Lozoya



Antes de la Cascada del Purgatorio encontramos otras cascadas más pequeñas.

Cascada del Purgatorio






En el mirador



El regreso es algo duro por el desnivel que hay que superar, pero pronto comienzas a ver el Valle del Lozoya al fondo y la cumbre de Peñalara, mientras asciendes por los canchales que rodean la cascada un buitre nos despide de este idílico lugar. Un cortafuegos nos depositará de nuevo en el punto de partida. Entretenida y bonita marcha circular que nos lleva hasta la conocidísima Cascada del Purgatorio, aunque esta vez por una ruta muy poco visitada.



Abajo queda la cascada

Buitre leonado 

Valle del Lozoya desde la subida a Morcuera

Macizo de Peñalara

Rascafría

Monasterio de El Paular

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso